Nicolás Romero, Méx. Hace un año fueron encontrados 10 cuerpos sin vida al interior de dos fosas clandestinas en la comunidad de San Francisco Magú, mismas que presuntamente eran utilizadas por el Cartel Jalisco Nueva Generación y que dejó como resultado la posterior detención de 11 elementos de la policía municipal, quienes están vinculados a proceso por homicidio y secuestro, sin embargo, aún no reciben sentencia.
De acuerdo a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), los cadáveres fueron localizados como parte de tareas de investigación a raíz de reportes de desaparición y fue entre mayo y junio del 2024 que la FGJEM detuvo a 10 oficiales, a un exdirector de seguridad pública y 11 civiles más que estarían ligados a las fosas, con lo que dio inicio el Operativo Enjambre en la entidad mexiquense, para la captura de funcionarios públicos presuntamente involucrados con el crimen organizado.
En estado de descomposición, maniatados y segmentados fue como los policías del Grupo Especial de Rescate Vertical y Alta Montaña, así como de los elementos de los Servicios de Urgencias del Estado de México, sacaron los cuerpos de los 10 hombres del interior de los pozos, cuya profundidad era de 40 metros, según lo informado por la Fiscalía mexiquense.
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El día del hallazgo todo había comenzado como un operativo para búsqueda de personas en el que también participaron funcionarios de la Comisión de Búsqueda de Personas (COBUPEM). Sin embargo, en una de las fosas hallaron 6 cadáveres y en el otro, ubicado a pocos metros de distancia, encontraron otros 4 cuerpos. Los 10 varones eran conductores de servicio de transporte público por aplicación.
Los 11 elementos policiales de Nicolás Romero detenidos mediante órdenes de aprehensión por agentes de la Fiscalía del Estado de México, Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y Guardia Nacional, y que marcaron el comienzo del Operativo Enjambre, fueron Daniel “N”, Jesús Fernando “N”, David “N”, Joel Efrén “N”, María Isabel “N”, Anallely “N”, Eric Adrián “N”, Diego Eduardo “N”, Alejandro Jacinto “N”, Hugo Adrián “N” y Adrián Mauricio “N”, este último fungía como titular de la Dirección de Seguridad Pública, y fue aprehendido en enero de este año en Michoacán.
Todos los asegurados fueron ingresados al Centro Penitenciario y de Readaptación Social en Barrientos, municipio de Tlalnepantla, vinculados a proceso por delitos de homicidio y extorsión, esperando culmine el proceso de investigación para conocer si la autoridad judicial les dicta una sentencia condenatoria.
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Las diligencias de la FGJEM establecen que las víctimas fueron arrojadas a las fosas aun estando vivas, presentando algunos de ellos signos de tortura, indicios que obtuvieron también de imágenes extraídas de los teléfonos móviles que les localizaron a los arrestados.
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