Toluca, Méx. — “Arpa de Oro” es el nombre de un vals mexicano que el músico indígena, Abundio Martínez, dedicó a Porfirio Díaz en busca de recursos para sobrevivir.
El compositor hidalguense murió en la miseria, sin pensar que, más de cien años después, su obra daría grandes aportaciones a las ciencias de la salud y probablemente, al cuidado perinatal.
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La melodía fue utilizada por investigadores mexicanos en un estudio que subraya el potencial de la música clásica para mejorar la predictibilidad y la estabilidad de la dinámica cardíaca fetal, lo que podría aportar beneficios positivos al neurodesarrollo del feto.
En el trabajo interdisciplinario participaron investigadores y profesionistas de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Lerma e Iztapalapa, del Hospital Nicolás San Juan y del Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez".
El estudio tuvo el objetivo de investigar los efectos de la exposición a la música clásica sobre el comportamiento no lineal de las fluctuaciones de la frecuencia cardíaca fetal.
Para ello, se eligieron 37 mujeres embarazadas clínicamente sanas, de entre 18 y 33 años, que se encontraban en el tercer trimestre de gestación.
Durante la fase piloto, que duró un año, los investigadores analizaron diversas melodías y seleccionaron las dos mejores: ‘El cisne’, del francés Camille Saint-Saëns, y ‘Arpa de Oro’ de Abundio Martínez, debido a las similitudes que presentaban en tiempos y ritmo.
Este estudio se llevó a cabo en un hospital privado de Toluca, Estado de México, entre abril y julio de 2024, en una sola sesión, con un ambiente controlado y hermético.
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A las embarazadas se les colocaron electrodos en el abdomen y unos audífonos en el estómago, y después se estimuló a los fetos con música clásica durante diez minutos. Inmediatamente se observaron cambios potencialmente positivos en los patrones de la frecuencia cardiaca.
Sugiere que el feto está siendo estimulado y que esto podría calmar estos patrones rítmicos de variabilidad, podrían estabilizar esos patrones cardiacos
dijo José Javier Reyes Lagos profesor investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México.
“La música, estaba alrededor de 60 decibeles, que es alrededor del 70 por ciento de volumen de una computadora de escritorio”, añadió Eric Alonso Abarca Castro, de la UAM Lerma.
Los investigadores notaron más cambios significativos con el vals mexicano, lo que indicaba patrones cardiacos más regulares y predecibles.
Fueron patrones muy parecidos, con eventualidad y sorpresa que la reacción de los fetos es mejor con la canción de Arpa de Oro
dijo Hugo Mendieta Zerón, director de la Facultad de Medicina de la UAEMéx.
Esos cambios pueden ser positivos para el feto, posiblemente relacionados con el neurodesarrollo, atención, memoria, aprendizaje y la relajación.
El resultado es importante para predecir a largo plazo alguna anomalía, una falta de actividad cardiaca o excesivas variabilidades.
Por ejemplo, cuando hay una preeclampsia o una complicación sí hay mucha variabilidad cardiaca. Se aleja de los patrones normales y es una indicación de interrupción, de hacer la cesárea necesaria de emergencia
dijo Hugo Mendieta Zerón, director de la Facultad de Medicina de la UAEMéx.
La exposición prenatal a la música también podría desempeñar un papel en la formación del desarrollo emocional del feto.
Éste es un estudio novedoso en el área de la física, que ofrece nuevos conocimientos sobre el efecto de la música en el cuidado perinatal.
Los investigadores no descartan a largo plazo recomendar, en guías de práctica clínica, sesiones de música clásica para mujeres embarazadas.
Los investigadores explicaron que la música clásica se utiliza con más frecuencia en la investigación debido a sus características relajantes, y que el uso de otro género podría ser contraproducente.
Para el estudio se eligió esta canción por su estructura rítmica, instrumental y tranquila. Este vals fue compuesto por Apolonio Abundio de Jesús Martínez Martínez, un músico de origen otomí, exponente del romanticismo de la época del porfiriato.
De lo poco que se sabe de él, es que nació en 1865 en el municipio de Huichapan, del estado de Hidalgo y que, aunque no tuvo estudios formales de música; compuso casi 200 obras, entre valses, polkas, chotis y danzas.
El músico comulgaba con las ideas revolucionarias y simpatizaba con los héroes y mártires del movimiento de Francisco I. Madero y José Ma. Pino Suárez; y algunas de sus obras más famosas fueron dedicadas a personajes como Porfirio Díaz, para tener recursos.
A pesar de que sus obras fueron muy conocidas, Abundio no recibió el merecido reconocimiento. En 1914 murió en la pobreza, se dice que en la bolsa de su abrigo tenía tan solo 22 pesos.
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