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Cuautitlán Izcalli, Méx. — Marisol Salinas Alonso y Jorge Monreal Peñaloza son una pareja de artistas que a través del Centro Artístico Policromo imparten clases de artes plásticas a niñas, niños y adultos, en la comunidad de Tepojaco; describen como su objetivo el ser impulsores de chicos y chicas talento.
Los lienzos, pinturas, pinceles, gises, bastidores y sobre todo la imaginación, se conjuntan en el espacio que surgió hace siete años, lo cual desarrolló una comunidad que rebasa los 100 alumnos, desde la edad de 8 años y hasta personas adultas que llegan con la intención de no solo hacer dibujos, sino crear arte.
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Jorge Monreal explicó que en el Centro Artístico que creó se enseña la fundamentación del arte, tanto de recursos técnicos, estructura, equilibrio, colorimetría, así como las técnicas de cubismo, impresionismo, surrealismo, realismo mágico y realismo.
Entran primero por curiosidad porque ven a sus hijos rayando los cuadernos, pero cuando ven la guía y el acompañamiento que se les da y que hay un resultado de una obra de calidad que podría estar en galería, la mayoría de los papás no lo creen, preguntan si en realidad lo hicieron ellos. Y buscamos tener una museografía, que vean su obra montada y que más gente la esté viendo. Eso motiva a los niños a seguir creando y a los padres
comentó Monreal.
No solo llegan estudiantes de Tepojaco, Jorge estima que hay un 30% que arriban de fuera como Nicolás Romero o de la Ciudad de México. Considera que son una comunidad saludable, unida y solidaria que se apoya mutuamente, en donde se aprende no solo del arte sino también a ser más observadores, sensibles y empáticos con la sociedad.
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Llega un punto en el que no te cae el 20 hasta que lo analizas y empiezas a ver resultados. El hecho de que más gente se va sumando o de que llegamos a exponer, que la gente ve y les llama la atención. Ya ven que no es hacer dibujitos, sino que están haciendo arte
contó Jorge Monreal.
Las niñas y niños llegan a partir de los ocho años y también adultos acuden para descubrir sus habilidades. Obtienen un certificado con validez de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Por ello, dijo Peñaloza, no sólo se desenvuelven en lo artístico, sino que obtienen una recompensa que es el certificado y expresar su creatividad.
Cuando el alumno viene de alguna manera triste, recurre a colores más fríos como azules, morados, etcétera. Es un reflejo, pero no de que estás frustrado o de que estás reprendiendo contra alguien más, sino que lo estás desenvolviendo con algo que al final de cuentas es estético y que te hizo sentir en algún momento de cierta manera
concluyó Jorge.
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