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Cinco ejercicios que puedes hacer en la oficina para combatir el estrés

El estrés no es un buen aliado para nuestra salud física y mental, por lo que es necesario que pongas todo de nuestra parte para evitar que aparezca.

El estrés no es un buen aliado para nuestra salud física y mental. Foto: AI
26/09/2024 |14:20
Iván Monroy
Redactor EL UNIVERSAL Edomex Ver perfil

Toluca, Méx. El estrés es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.

Esta sensación no es un buen aliado para nuestra salud física y mental, por lo que es necesario que pongas todo de nuestra parte para evitar que aparezca. Practicar yoga o algún deporte tiene muchos beneficios a largo plazo, ya que te ayuda a disminuir los niveles de estrés; sin embargo, hay momentos puntuales en los que tal vez se necesite aliviar de manera inmediata esa sensación.

El trabajo suele ser uno de los generadores más importantes de estrés; la angustia, la ansiedad y los nervios que puede causar una determinada situación afectan a la concentración y a la productividad.

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Para desestresarse en la oficina, puedes practicar algunos ejercicios de relajación o estiramientos. Es por ello, que te compartimos 5 ejercicios que puedes realizar en tu trabajo para relajarte y combatir el estrés.

El trabajo suele ser uno de los generadores más importantes de estrés. Foto: AI

Ejercicios para combatir el estrés en la oficina

1. Respiración profunda

La respiración es un acto tan mecánico que no muchas veces le prestamos atención, sin embargo, tomar conciencia de nuestra respiración nos ayuda a relajarnos y a tranquilizarnos de una manera prácticamente instantánea.

Lo primero que debes hacer es sentarte y colocar una mano en tu estómago y otra en tu corazón, cerrar los ojos e inhalar y exhalar lentamente durante 5 minutos. Esto permitirá que la respiración suministre el oxígeno necesario hasta el cerebro y favorezca el estado de paz que se necesita en el cuerpo.

2. Estiramientos

Cuando te sientas estresado tómate un momento para estirar tu cuerpo después de terminar una tarea esto te ayudara a relajar los músculos y liberar la tensión.

Algunos ejercicios de estiramientos que puedes realizar para estirar tu espalda, brazos y cuello son:

  • Ponerte de pie y tratar de tocar tus pies con las manos durante 1 minuto; realizar tres repeticiones.
  • Toma tu silla y siéntate, mueve tu cabeza lentamente de arriba hacia abajo, durante un minuto; posteriormente mover la cabeza de izquierda a derecha lentamente.
Cuando te sientas estresado tómate un momento para estirar tu cuerpo después de terminar una tarea. Foto: IA

3. Reír

De acuerdo con los especialistas, la risa es la mejor medicina que podemos darle a nuestro cuerpo, ya que aliviamos tensiones y con ello desaparecen varios de los síntomas que nos están llevando a tener estrés, ya que se liberan endorfinas.

Cuando estés en la oficina habla con un compañero que te haga reír, o pon una imagen divertida cerca de tu pantalla, con el propósito de olvidarte por un momento de tus labores.

4. Conciencia sensorial

Cuando se está estresado es común que se tengan muchos asuntos en la cabeza y el cuerpo se siente alterado, perdiendo la concentración de todo lo que se realiza. Para alejar las preocupaciones en un momento dado debes centrarte en el presente poniendo a trabajar todos tus sentidos.

Algunas acciones que pueden ayudar a desestresarte y relajarte es escuchar un poco de música, comerte algún dulce o chocolate con algún aroma especial que calme tus sentidos.

La respiración nos ayuda a relajarnos y a tranquilizarnos de una manera prácticamente instantánea. Foto: IA

5. Meditación

Puedes realizar un sencillo ejercicio desde tu oficina o lugar de trabajo que te ayudará a disminuir el ritmo cardiaco y la presión arterial, así como descender la producción de la hormona del estrés. Con todo ello tu memoria, tu concentración y tu productividad mejorarán. Para hacer este ejercicio, debes estar sentado, con los pies apoyados en el suelo y las palmas de las manos encima de las piernas, mirando hacia arriba. Cierra los ojos y relaja la expresión de tu rostro, sobre todo la mandíbula y los labios.

Céntrate en la respiración y haz respiraciones más pequeñas, como si suspiraras. Toda tu atención debe estar en la respiración. Después, haz respiraciones más profundas y exhala lentamente.

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