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Toluca, Méx. El Día de Muertos, una de las festividades más emblemáticas de México, es una celebración que rinde homenaje a los seres queridos que han fallecido. En esta tradición, las ofrendas o altares de muertos juegan un papel importante, ya que a través de ellas se les da la bienvenida a las almas que regresan del más allá para convivir con los vivos por una noche. Cada elemento de la ofrenda tiene un profundo significado espiritual y cultural, que refleja la visión mexicana sobre la vida y la muerte:
Fotografía del difunto
Este elemento es esencial, ya que representa a quien se dedica la ofrenda, y se cree que les ayuda a encontrar su camino de regreso al mundo de los vivos.
Velas
Las velas, que pueden ser de cera o eléctricas, simbolizan la luz que guía el alma en su viaje de regreso. El fuego es también un símbolo de esperanza y fe. En algunas ofrendas, se colocan en forma de cruz para indicar los cuatro puntos cardinales, ayudando al difunto a orientarse.
Copal e incienso
El copal y el incienso son elementos de purificación. Su humo limpia el ambiente de malos espíritus y facilita que las almas lleguen a su destino. Además, el copal ha sido utilizado desde la época prehispánica en rituales espirituales.
Flores de cempasúchil
La flor de cempasúchil, de un color amarillo intenso, se utiliza para adornar la ofrenda y guiar a los espíritus con su aroma y color. Se cree que su fragancia atrae a las almas hacia la ofrenda, mientras que sus pétalos marcan el camino de regreso al mundo de los vivos.
Papel picado
Este colorido papel, que suele tener calaveras y otros motivos festivos, representa el viento y la fragilidad de la vida. Además, el papel picado es un símbolo de la alegría y el carácter festivo de la celebración.
Agua
El agua es un elemento indispensable en la ofrenda. Se coloca para calmar la sed de las almas después de su largo viaje y también simboliza la pureza y el ciclo de la vida.
Comida y bebida favorita del difunto
Se colocan platillos típicos, como tamales, mole, o el tradicional pan de muerto, que el difunto disfrutaba en vida. Esto no solo es una muestra de cariño, sino que también se cree que los muertos absorben la esencia de estos alimentos.
Calaveras de azúcar
Las calaveras de azúcar, chocolate o amaranto son un recordatorio del destino final de todo ser humano. Aunque representan la muerte, lo hacen de manera festiva, con decoraciones coloridas que invitan a no temerla, sino a aceptarla como parte de la vida.
Sal
La sal es un símbolo de purificación y protección, y se coloca para que el cuerpo del difunto no se corrompa durante su viaje de ida y vuelta.
Cruz y objetos religiosos
En muchas ofrendas se incluyen cruces o imágenes de santos, especialmente en hogares católicos. Estos objetos reflejan la mezcla de tradiciones prehispánicas y católicas, mostrando el sincretismo religioso de esta celebración.
En conjunto, estos elementos no solo adornan el altar, sino que representan una conexión profunda entre los vivos y los muertos. A través de la ofrenda, las familias mexicanas recuerdan con amor y respeto a sus seres queridos, celebrando la vida y aceptando la muerte como una parte natural del ciclo de la existencia.
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