Atlacomulco, Méx- En el corazón del municipio de Atlacomulco, sobre la calle Alfredo del Mazo, en la colonia Morelos, una tradición centenaria sigue viva gracias a la familia Medrano Miranda.

Domingo Medrano Miranda, tercera generación de panaderos, continúa con el legado que comenzó en 1920, cuando su familia decidió dedicarse a la elaboración de pan artesanal con una receta única: la masa fermentada con y horneada en hornos de leña.

Con cada bocado, los atlacomulquenses disfrutan de un pan excepcional / Foto Michelle Sánchez
Con cada bocado, los atlacomulquenses disfrutan de un pan excepcional / Foto Michelle Sánchez

Esta tradición no solo preserva el sabor y la calidad que han deleitado a generaciones de atlacomulquenses, sino que también, resalta por el proceso creativo detrás de cada pieza de pan.

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La pasta que utilizan tarda 24 horas en estar lista, y cada pieza es cuidadosamente elaborada a mano, lo que ha hecho que su pan sea conocido y querido en todo el municipio.

En temporada de , la familia se dedica a hornear las tradicionales hojaldras y pan de queso, productos que no solo celebran la cultura local, sino que también destacan por su sabor incomparable.

Nosotros sacamos el pan a las ocho de la mañana y hay días que son las nueve, o nueve y media y ya no tenemos nada. En esta temporada la gente nos busca mucho, por lo que hacemos, les gusta nuestro trabajo y el producto de buena calidad que les ofrecemos, porque a pesar de que ya todo está más caro tratamos de mantenerlo al precio a comparación de otras panaderías


Domingo Medrano Miranda

Pese a los retos económicos actuales, como el incremento en el precio de los insumos, Domingo y su familia hacen todo lo posible por mantener precios accesibles para sus clientes.

En un esfuerzo por no perder la tradición de llevar el pan a cada rincón del municipio, la familia Medrano sigue ofreciendo sus productos puerta por puerta, tal como lo hacían hace décadas. Esta labor de resistencia es un reflejo del compromiso con su comunidad.

La más que utilizan tarda 24 horas en estar lista, y cada pieza es cuidadosamente elaborada a mano / Foto Michelle Sánchez
La más que utilizan tarda 24 horas en estar lista, y cada pieza es cuidadosamente elaborada a mano / Foto Michelle Sánchez

Sin embargo, no todas las panaderías de la región han podido sortear las dificultades de la misma manera. El aumento en los costos de la harina, el azúcar y otros ingredientes ha provocado que muchas piezas de pan que el año pasado costaban entre 8 y 13 pesos, hoy alcancen precios de hasta 15 o incluso 20 pesos.

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Aunque la calidad sigue siendo la misma, la inflación ha hecho mella en una tradición que parecía inquebrantable.

A pesar de estos desafíos, Domingo Medrano Miranda y su familia se mantienen firmes en su propósito: seguir llevando el sabor auténtico del pan artesanal a las mesas de Atlacomulco, preservando una tradición que se ha transmitido de generación en generación.

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