POR Arturo Hernández

Toluca, Méx. — José Luis Araujo, habitante de la delegación Capultitlán en la ciudad de Toluca, es un hombre cuyo oficio está profundamente vinculado a la .

Su vida ha estado dedicada a la fabricación y reparación de instrumentos musicales, especialmente aquellos de cuerda, como guitarras, bandolones y violonchelos.

En su taller de la delegación Capultitlán, José Luis Araujo continúa creando y reparando instrumentos musicales / Foto Arturo Hernández
En su taller de la delegación Capultitlán, José Luis Araujo continúa creando y reparando instrumentos musicales / Foto Arturo Hernández

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A lo largo de más de tres décadas, José Luis ha transformado su pasión por la música en un arte que ha compartido no solo con su comunidad, sino también con las nuevas generaciones, pues transmite su conocimiento a su hijo, quien hoy lo acompaña en el oficio de la laudería.

José Luis recordó con cariño sus primeros años de aprendizaje en este oficio, el cual aseguró que es muy noble.

Fue en Michoacán donde aprendí todo lo que sé. Allí, la tradición de la laudería es muy fuerte, y fue un maestro que me enseñó los secretos del oficio, todo lo relacionado con la construcción de instrumentos


comentó el maestro laudero

Mientras José Luis trabaja en su taller, donde el aroma a madera y el sonido de las herramientas son los protagonistas, reflexiona sobre qué aspectos de este oficio llamaron su atención.

Desde joven me cautivó el sonido de una guitarra bien afinada, y fue eso lo que me impulsó a querer saber cómo hacerlas


contó

La laudería, según José Luis, es mucho más que un oficio; es una forma de conectar con la historia y con las raíces culturales de México.

Comenzó en este oficio desde hace más de 30 años en Michoacán / Foto Arturo Hernández
Comenzó en este oficio desde hace más de 30 años en Michoacán / Foto Arturo Hernández

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La guitarra es parte esencial de la música tradicional mexicana. Cada instrumento que hago tiene un pedazo de historia, de música, de folklore. Lo que me gusta de este trabajo es que no solo fabrico instrumentos, sino que también estoy contribuyendo a que la música siga viva


explicó

Hoy, en su taller de la delegación Capultitlán, José Luis Araujo continúa creando y reparando instrumentos musicales, lo que mantiene viva una que comenzó hace más de 30 años en Michoacán y que hoy, junto a su hijo, es una fuente de inspiración para todos aquellos que buscan conectar con la música a través de las cuerdas.

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