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Toluca, Méx. Devastación de paisajes, destrucción de plantas, intoxicación de animales y daños irreversibles en el suelo son algunas de las consecuencias provocadas por la actividad humana en los ecosistemas del Nevado de Toluca.
El invierno ha cubierto de nieve el volcán Xinantecátl, atrayendo a miles de visitantes. Sin embargo, la falta de protocolos preventivos ha puesto en grave peligro esta zona natural.
Carlos Pérez Almazán, doctor en ciencias ambientales y profesor en el Tecnológico de Monterrey, advierte que es urgente definir si el Nevado de Toluca es una zona turística, un área natural protegida o un parque bajo alguna regulación. Desde su recategorización en 2013, el deterioro del ecosistema se ha intensificado.
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La cifra de más de 88 mil visitantes registradas hasta mediados de enero refleja el riesgo al que está expuesta esta área. Pérez Almazán explica que el lugar no respeta su capacidad de carga y carece de servicios básicos para recibir tal afluencia.
Este flujo masivo, junto con el tránsito por senderos prohibidos, afecta el ecosistema de especies endémicas como serpientes "enanas", el conejo teporingo y diversas plantas exclusivas de la región.
El pastizal alpino en las zonas altas del volcán es uno de los ecosistemas más vulnerables. Aunque tiene pocas especies, muchas son de gran valor. La apertura de rutas ilegales por parte de los visitantes repercute directamente en estas especies
Especialista
Imágenes en redes sociales muestran cómo algunos visitantes arrancan la “flor de montaña”, sustraen piedras del lugar o ingresan imprudentemente a las lagunas dentro del cráter. Pérez Almazán también destaca el daño causado a la nieve, elemento crucial en el ciclo del agua, que muchos perciben como un simple entretenimiento sin considerar su importancia para el abastecimiento hídrico del valle.
El especialista exhorta a las autoridades a definir la categoría del Nevado de Toluca. Si se permite el acceso masivo, debe gestionarse como un espacio turístico con la infraestructura adecuada. De lo contrario, debería restringirse la entrada para proteger el ecosistema.
El pasado 13 de enero, trascendió que un grupo de jóvenes ingresó con camionetas y vehículos todoterreno a la zona de las lagunas, a pesar de que el acceso está restringido al público.
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