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Toluca, Méx. La Dieta Mediterránea es una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales de Grecia, Italia y otros países que bordean el mar Mediterráneo. Además, es un tesoro cultural que representa mucho más que una simple pauta nutricional, rica y saludable Más allá de sus deliciosos platos, representa un estilo de vida que equilibra nutrición, tradiciones y disfrute, contribuyendo a una vida más larga y saludable.
Entre las muchas propiedades beneficiosas que brinda la Dieta Mediterránea para la salud se puede destacar el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y carnes o similares como “guarnición”) y la riqueza en micronutrientes que contiene, fruto de la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos.
La UNESCO, en un reconocimiento a su valor cultural, incluyó a la Dieta Mediterránea en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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Beneficios de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es una alimentación que tiene muchos beneficios para la salud, entre ellos:
- Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
- Contribuye a una buena salud digestiva.
- Reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Mejora la función cognitiva.
- Previene la hipertensión.
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En qué consiste la dieta mediterránea
La base de la dieta es consumir alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias.
La dieta mediterránea se basa en:
- Consumir alimentos naturales como frutas, verduras, legumbres, cereales, pescado y, en cantidades más moderadas, las carnes de aves, huevos camperos y lácteos.
- Utilizar aceite de oliva como la principal fuente de grasa para preparar los alimentos.
- Preparar y sazonar los alimentos de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.
- Consumir más grasas monoinsaturadas y menos grasas saturadas.
- Consumir más alimentos ricos en fibra.
Algunos alimentos que se pueden incluir en la dieta mediterránea son:
- Nueces, almendras y pistachos
- Frijoles, garbanzos y lentejas
- Pan, cereales y pasta integrales
- Atún fresco o enlatado al agua, el salmón, la trucha, la caballa y el arenque
- Leche descremada o la leche con 1 % de grasa, el queso cottage bajo en grasa y el yogur griego o natural bajos en grasa
Además de comer alimentos saludables, la dieta mediterránea también recomienda ser activo físicamente.
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