Toluca, Méx. El Estado de México, conocido por su rica biodiversidad y paisajes impresionantes, esconde entre sus montañas y valles algunos de los rincones más hermosos del país: ríos cristalinos y cascadas que invitan a los amantes de la naturaleza a desconectar de la rutina y adentrarse en un mundo lleno de tranquilidad y belleza natural.
Aquí te presentamos algunas de las joyas naturales más escondidas que debes visitar.
El río Amecameca, que atraviesa el municipio homónimo, es otro de los grandes atractivos naturales del Estado de México. A lo largo de su cauce, se pueden encontrar diversas zonas para realizar actividades como el rafting, senderismo y pesca deportiva, mientras disfrutas de un paisaje montañoso único.
Se accede fácilmente desde la Ciudad de México a través de la carretera federal México-Cuautla, desviándose en la carretera hacia Amecameca. Existen zonas habilitadas para el ecoturismo, por lo que se recomienda consultar con las autoridades locales.
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El río puede visitarse todo el año, pero los mejores meses para disfrutar de sus aguas son de primavera a verano, cuando el caudal es más estable.
Situada en el municipio de Tlalmanalco, esta cascada de más de 30 metros de altura es una joya escondida entre los bosques. La caída de agua se forma a partir de varios arroyos de montaña que desembocan en un pequeño cañón.
Desde Toluca, toma la carretera hacia Tlalmanalco, y después sigue las señales que te dirigen hacia la cascada. El acceso es sencillo y puedes llegar en coche particular o transporte público.
La cascada está abierta al público durante todo el año, pero se recomienda visitar en temporada de lluvias para presenciar su máximo esplendor.
Aunque se encuentra en el municipio de Valle de Bravo, la Cascada de Texolo es uno de los destinos más visitados por los turistas que buscan una experiencia cercana a la naturaleza. La caída de agua de 35 metros es rodeada por un frondoso bosque, ofreciendo un ambiente tranquilo para la relajación.
Desde el centro de Valle de Bravo, sigue las señales hacia la zona de la cascada. Se puede llegar en coche y la entrada es gratuita, aunque se recomienda verificar las condiciones del lugar antes de tu visita.
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El acceso está permitido durante todo el año, siendo los fines de semana los más concurridos.
En el municipio de San Felipe del Progreso, a unas dos horas de Toluca, se encuentra una cascada de 30 metros de altura que, al ser poco conocida, mantiene su encanto natural intacto. Rodeada de un denso bosque, es el lugar perfecto para disfrutar de la calma del entorno.
Desde Toluca, toma la carretera hacia San Felipe del Progreso. Una vez en el municipio, sigue las indicaciones para llegar a la cascada, donde se puede acceder por caminos rurales.
La cascada está abierta al público durante todo el año. Si buscas una experiencia más tranquila, es recomendable ir entre semana.
Ubicada en el municipio de Ocoyoacac, El Salto de los Castores es una cascada que forma un hermoso espectáculo natural. A pesar de ser poco conocida, su belleza ha comenzado a atraer a ecoturistas y excursionistas que buscan una experiencia diferente.
Desde Toluca, se toma la carretera hacia Ocoyoacac, y después se sigue un camino rural que lleva directamente a la cascada.
El acceso es gratuito y abierto durante todo el año, pero el clima más adecuado para disfrutarla es en los meses de verano.
El Estado de México es un destino maravilloso para los amantes de la naturaleza, con cascadas y ríos que parecen sacados de un cuento. Ya sea para realizar actividades de ecoturismo o simplemente relajarte en el seno de la naturaleza, estos sitios escondidos te permitirán vivir una experiencia única que te conectará con la belleza de nuestro entorno.
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