Atlacomulco, Méx. Con el objetivo de preservar una de las técnicas más antiguas y representativas de las comunidades indígenas de México, el Centro Cultural de Atlacomulco ha abierto sus puertas a un impartido por la maestra Reyna Rayón Salinas.

Este espacio, gratuito y accesible para hombres y mujeres de todas las edades, busca evitar que esta tradición artesanal desaparezca frente a los desafíos de la modernidad.

El uso de materiales como la lana hilada a mano y los tintes naturales enriquece la experiencia de aprendizaje y conecta a los participantes con las técnicas ancestrales. Foto Michelle Sánchez
El uso de materiales como la lana hilada a mano y los tintes naturales enriquece la experiencia de aprendizaje y conecta a los participantes con las técnicas ancestrales. Foto Michelle Sánchez

El taller, que inició el pasado miércoles, ha llamado la atención de decenas de mujeres que, motivadas por la curiosidad y el interés por reconectar con sus raíces culturales, se han sumado a esta iniciativa.

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Cada semana, los participantes se reúnen de 13:00 a 17:00 horas para aprender y practicar esta técnica ancestral que simboliza el ingenio, la paciencia y la riqueza cultural de los pueblos originarios.

El telar de cintura es una técnica textil de origen prehispánico que se ha mantenido viva gracias al trabajo y dedicación de comunidades indígenas como los tzotziles y tzeltales de Chiapas, los zapotecos de Oaxaca y los purépechas de Michoacán. Sin embargo, en las últimas décadas, el interés por esta tradición ha disminuido debido a la industrialización y los cambios en los estilos de vida.

Los participantes tienen la oportunidad de reconectar con sus raíces indígenas y valorar la riqueza de su patrimonio cultural. Foto Michelle Sánchez
Los participantes tienen la oportunidad de reconectar con sus raíces indígenas y valorar la riqueza de su patrimonio cultural. Foto Michelle Sánchez

Esta técnica consiste en utilizar un telar sencillo, compuesto por varas de madera y cuerdas, que se amarra a la cintura del artesano mientras el otro extremo se fija a un punto estable. El tejedor, con movimientos rítmicos y precisos, entrelaza los hilos de lana, algodón o fibras naturales para crear piezas únicas como rebozos, fajas, blusas y manteles.

Este proceso, que combina creatividad, paciencia y destreza, no solo da como resultado tejidos de gran belleza, sino que también refuerza la conexión cultural con las raíces indígenas.

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Durante el taller, los participantes tienen acceso a materiales tradicionales que enriquecen la experiencia de aprendizaje. Entre estos destacan la lana hilada de manera artesanal, los hilos de algodón teñidos con pigmentos naturales y las herramientas utilizadas en el proceso, como agujas de hueso y peines de madera.

Además, la Maestra Reyna Rayón Salinas comparte no solo las técnicas de tejido, sino también los conocimientos y significados que rodean esta práctica, transmitiendo así un legado que va más allá de la técnica.

El taller empodera a las mujeres al brindarles la oportunidad de aprender una habilidad ancestral y fortalecer su identidad cultural. Foto Michelle Sánchez
El taller empodera a las mujeres al brindarles la oportunidad de aprender una habilidad ancestral y fortalecer su identidad cultural. Foto Michelle Sánchez

El impacto del taller ha sido notable desde su inicio. Decenas de mujeres, tanto jóvenes como mayores, han encontrado en este espacio una oportunidad para aprender, convivir y valorar sus raíces.

Muchas de ellas han señalado que esta actividad les permite reconectar con las tradiciones de sus antepasados y reflexionar sobre la importancia de preservar las expresiones culturales que forman parte de nuestra identidad.

“Es una experiencia que me ha llenado de orgullo y alegría. Al aprender a tejer con el telar de cintura, siento que estoy conectando con las mujeres de mi familia que practicaban este arte. Además, es un espacio donde todas compartimos y aprendemos juntas”, comentó Rosa Martínez, una de las asistentes al taller.

La maestra , quien lleva años dedicada al rescate de tradiciones textiles, destaca en el taller, la importancia de este tipo de iniciativas para mantener viva la memoria cultural de las comunidades indígenas.

Más allá de ser una simple artesana, Reyna Rayón es una embajadora de la cultura otomí, llevando sus creaciones a rincones del mundo y preservando así un legado ancestral. Foto Jorge Alvarado
Más allá de ser una simple artesana, Reyna Rayón es una embajadora de la cultura otomí, llevando sus creaciones a rincones del mundo y preservando así un legado ancestral. Foto Jorge Alvarado

El Centro Cultural de Atlacomulco invita a toda la comunidad a participar en este taller y a formar parte de una causa que busca mantener vivas las raíces de los pueblos originarios.

A través de actividades como esta, se fomenta el respeto y el aprecio por las prácticas que han dado forma a la historia y que hoy en día necesitan más que nunca de empoderamiento para perdurar en el tiempo.

Los interesados en ser parte de este taller pueden acudir todos los miércoles de 13:00 a 17:00 horas al Centro Cultural de Atlacomulco. Sin importar si hay experiencia previa; lo único necesario es la disposición de aprender y un compromiso con la tradición.

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