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Toluca, Mex. – En el pueblo típico de San Buenaventura, en el municipio de Toluca, Estado de México, se encuentra el negocio “La Cruz”, dedicado desde hace más de dos décadas a la venta de las tradicionales enchiladas. El negocio es liderado por Josefina Alejandra Colorado Negrete, conocida como la señora Lili.
El negocio nació en 2001 debido a una necesidad económica en mi familia. Fue para ayudar a mi esposo, ya que tengo dos hijas. Cuando empiezan a crecer, los gastos aumentan y el sueldo de una sola persona no alcanza
relató.
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Fue entonces cuando decidió emprender su propio negocio de enchiladas: “yo sabía que en el pueblo ya se vendían enchiladas, es una tradición. Comenzó con la difunta Doña Sofi en los años 70, quien las vendía junto con pulque para la gente que trabajaba en la milpa. Me gustó la idea porque siempre me ha encantado la cocina”, explicó.
El nombre del negocio tiene un significado especial para ella. “En esta zona hay una cruz, que es un camino hacia San Antonio y Cacalomacán. La cruz representa fe, algo visible que todos ven y que nunca se olvida. Soy católica y eso me inspiró a elegir ese nombre”, añadió.
Desde su inauguración, el 14 de febrero de 2001, el negocio ha prosperado: “ya vamos para 24 años, gracias a Dios. Comenzamos con una prueba y funcionó. Ahora servimos entre 200 y 250 órdenes diarias, especialmente los domingos”, comentó.
El local de la señora Lili comenzó con un terreno, sin piso y era pequeño, ahora está dividido en dos secciones con 35 mesas.
Actualmente, ha diversificado su menú con enchiladas especiales que incluyen pollo, milanesa, longaniza, huevo o queso gratinado.
Uno de los platillos más populares es “La Bomba”, unas enchiladas de gran tamaño. “Dicen que se las acaban, pero no es cierto, porque son enormes”, expresó entre risas.
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San Buenaventura celebra cada año la Feria de la Enchilada, un evento que reúne a varios negocios del pueblo. “La feria se realiza generalmente entre finales de septiembre y principios de octubre, dependiendo de las fechas”, detalló.
Participar en la feria tiene un costo aproximado de $1,000 pesos por tres días, lo que representa una excelente oportunidad para promover el trabajo de los enchiladeros locales.
“La señora Lili” no solo se enorgullece de su negocio, sino también de la comunidad de enchiladeros de San Buenaventura.
Aquí somos varios los que vendemos enchiladas, pero el sol sale para todos. Aunque alguien ponga un puesto en la esquina, el cliente irá a donde quiera. Por eso les digo a mis colegas que le echen ganas, establezcan sus negocios y, sobre todo, den un plus al cliente, como facturación si la necesita
afirmó.
Finalmente, invitó a la gente a visitar San Buenaventura y disfrutar de esta deliciosa tradición. “Me gustaría que más personas vinieran al pueblo a probar las enchiladas”, concluyó.
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