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Soyaniquilpan, Méx. — La incertidumbre y el miedo al consumo de agua contaminada han llevado a 6 mil habitantes de los municipios de Soyaniquilpan y Jilotepec a modificar drásticamente su vida diaria. Desde hace meses, los pobladores han optado por dejar de usar el agua que llega a sus casas, temiendo intoxicaciones y daños a la salud.
A pesar de los llamados urgentes a las autoridades para atender la problemática derivada del derrame de combustible en los manantiales de Mexicaltongo, la respuesta ha sido lenta e insuficiente. Mientras tanto, los habitantes de estas comunidades han tenido que buscar alternativas para acceder a agua limpia y segura, lo que ha generado un impacto económico y social en la región.

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El temor no es infundado. En los últimos dos años, 80 personas han presentado síntomas que podrían estar relacionados con el consumo de agua contaminada. Entre los principales padecimientos reportados en centros de salud de la zona se encuentran irritación en la piel, dolor de cabeza, mareos, además de diarrea y vómitos.
Los habitantes temen que la cifra aumente, especialmente entre niños y adultos mayores, quienes son más vulnerables a la exposición a sustancias tóxicas. María López, habitante de Soyaniquilpan, cuenta que su vida cambió completamente desde que supo sobre la contaminación del agua. Con temor de que su familia pudiera verse afectada, decidió gastar sus ahorros en la compra de tinacos y tambos para almacenar agua limpia.
No quiero arriesgarme. He visto lo que les pasó a varias personas y cómo a los niños les ha comenzado a salir irritación en la piel y granitos. Prefiero gastar en agua limpia que en medicinas más adelante
relató María López.
Como María, muchas familias han dejado de usar el agua corriente para bañarse o lavar alimentos. Algunos han optado por hervirla, aunque sigue existiendo el temor de que no sea suficiente para eliminar los contaminantes.
Es un riesgo fuerte, porque hemos visto que la exponen al calor, ya le dijimos que no, pero ya es mucha gente y les pedimos que se informen
señaló Cirilo, integrante del comité de agua de la Goleta.
La crisis del agua no sólo afecta a los hogares, sino también a los productores agropecuarios. José Ramírez, un ganadero de Soyaniquilpan, depende del agua de los manantiales para mantener a su ganado, pero ahora teme que sus animales puedan enfermar.
Mis vacas beben esta agua todos los días. Si está contaminada, puedo perder mis animales y eso sería una ruina para mi familia. No sólo es nuestra salud, también es nuestro trabajo el que está en peligro, pero ¿qué hacemos?”, expresó Ramírez.
expresó Ramírez
Los productores de la zona han exigido respuestas claras, pues aseguran que la contaminación del agua podría afectar la producción de carne y leche, lo cual impacta la economía local. Hasta ahora, la respuesta más visible ha venido de las autoridades de Soyaniquilpan, quienes implementaron el reparto de agua a través de dos pipas para abastecer a la población afectada. Sin embargo, los habitantes consideran que esta solución es insuficiente para cubrir las necesidades diarias de miles de personas.
Debido a la lentitud en la respuesta de las autoridades estatales y federales, los habitantes de Soyaniquilpan y Jilotepec han comenzado a exigir la excavación de pozos profundos que garanticen un suministro seguro de agua potable.
En un oficio entregado a las autoridades, los vecinos han solicitado la construcción de infraestructura hidráulica que permita la exploración de nuevas fuentes de agua. Esto incluye:
- Perforación de pozos profundos para garantizar acceso a agua subterránea limpia.
- Red de distribución con tuberías de alta densidad para evitar fugas y garantizar el suministro continuo.
- Plantas de potabilización y análisis de calidad del agua para asegurar que el agua que llegue a las viviendas sea segura para el consumo humano.
Los afectados han advertido que, de no obtener una respuesta inmediata, tomarán acciones más drásticas para presionar a las autoridades.
Queremos agua segura. No podemos seguir esperando mientras nuestra salud está en riesgo
enfatizaron
La crisis del agua en esta región del Estado de México sigue sin una solución definitiva, mientras los habitantes continúan buscando alternativas para sobrevivir sin el suministro seguro de agua potable.
La situación ha generado un clima de desesperación y molestia entre los pobladores, quienes han denunciado que las autoridades han minimizado la gravedad del problema y no han actuado con la urgencia necesaria. Mientras tanto, el temor de que la contaminación se extienda a otros cuerpos de agua mantiene en alerta a toda la región.

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Además de la urgencia por restablecer el acceso a agua potable segura, los vecinos han solicitado que se investigue a fondo el derrame de combustible que originó la crisis. Aseguran que la contaminación del manantial no fue un accidente, sino el resultado de una negligencia grave que debe ser sancionada.
Hasta el momento, la comunidad sigue a la espera de respuestas claras sobre quiénes son los responsables del derrame, qué medidas se están tomando para remediar el daño y cuánto tiempo tomará la recuperación de la fuente de agua.
Mientras las autoridades evalúan los pasos a seguir, los habitantes de Soyaniquilpan y Jilotepec continúan su lucha diaria por conseguir agua limpia. Algunos dependen de la llegada de pipas, otros han optado por comprar agua embotellada para todo uso, y muchos más han comenzado a organizarse para exigir soluciones estructurales que garanticen su derecho al agua.
No queremos promesas, queremos agua limpia
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