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Nicolás Romero, Mex. Con carpas y sillas de plástico, barberos del municipio se instalaron en la colonia Granjas de Guadalupe para ofrecer sus servicios al pie de una banqueta frente a un establecimiento clausurado por el operativo Atarraya de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
“Somos barberos, estilistas, peluqueros. También somos papás, mamás, hermanos y fuentes de ingresos para nuestras familias, ¡justicia!”, señalaron los vecinos de Nicolás Romero que tienen como fuente de ingreso la actividad de barbería.
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Para continuar con sus labores y seguir percibiendo ingresos, decidieron instalarse sobre la calle y mostraron cartulinas con consignas para protestar, afirmando que no son vendedores de drogas, sino que esos estupefacientes por los que les cerraron, les fueron "sembrados".
“Uno no puede dejar de trabajar”, coincidieron al señalar que requieren seguir con sus actividades aún y cuando no lo puedan hacer desde sus respectivos locales, por lo que improvisaron y lograron conseguir algunos clientes.
En un tambo negro colocaron sus instrumentos como las tijeras, rociadores y máquinas para cortar el cabello, mientras que en sillas de plástico atendieron a los vecinos que se acercaron a pedir cortes de cabello o servicio de barbería.
“La Fiscalía me 'sembró' droga y no me detuvieron, si vendiera droga ya me hubiera matado la mafia”, escribieron en uno de los letreros que colgaron de la carpa.
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