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Otumba, Méx. “Julieta” y “Felipe”, los dos burros que fueron robados el 17 de febrero de “Burrolandia”, el único santuario de asnos que existe en la Zona Metropolitana del Valle de México, no han sido localizados.
Germán Flores Souza, fundador del lugar en el 2006, ubicado en la calle La Estación, en el centro de Otumba, dio a conocer que continúa la búsqueda en pueblos de la región nororiente del Valle de México de los dos jumentos.
Julieta, es una burrita muy noble, de color claro, no tiene mayores problemas físicos, Felipe es un burrito que viene de Puebla, de un santuario que nos hizo el favor de mandarlo, se llama Perro Callejero, él trae una lesión ocular, es un burrito con un poquito de incapacidad visual”, explicó.
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La mañana del 17 de febrero los responsables del inmueble se percataron que habían desaparecido cuatro de los animales, los dos asnos, una yegua y un caballo, por lo que avisaron a las autoridades locales, estatales y federales.
Los ladrones hicieron un boquete en una de las bardas perimetrales, por ahí se metieron y sacaron a los cuatro animales.
Un día después del hurto, “Lucero”, la yegua y “Spirit”, el caballo, fueron encontrados en el municipio vecino de Nopaltepec. Los dos equinos regresaron a ese sitio por la noche y continuaron con sus actividades cotidianas.
Los veterinarios que los revisaron detectaron algunas lesiones leves, pero en términos generales fueron localizados en buen estado de salud.
Germán Flores contó que los operativos no se han suspendido, las autoridades continúan en la búsqueda de los dos burros que forman parte de toda la familia del santuario donde reciben alimentación, rehabilitación física y cuidados de los que ahí laboran.
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Pensamos que se los llevaron para el sacrificio, es lo que sospechamos porque no sirven para montar, no tienen rienda, no están a acostumbrados a eso, entonces creemos que es para el sacrificio”, mencionó.
El fundador de “Burrolandia” reiteró que no se ha ofrecido alguna recompensa para la localización y recuperación de los dos borricos, como se ha difundido en las redes sociales, porque no tienen recursos para pagarla, lo que obtienen de los visitantes al inmueble lo utilizan para la compra de alimento y de algunos medicamentos que requieren los animales enfermos.
Antes del robo había 96 burros y cuatro caballos. Cuando abrió el santuario había dos burros y con el paso de los años ha aumentado el número. El 80 % de los jumentos han sido rescatados de otros lugares y el restante 20% nació en las instalaciones.
La buena noticia es que en unos días más nacerán varios burritos, reveló Germán Flores, por lo que están entusiasmados por la llegada de nuevos miembros de “Burrolandia”.
La idea de crear el santuario en esa zona es porque los burros están en peligro de extinción y Germán Flores decidió invertir los ahorros de su familia para tratar de preservarlos porque además es la identidad de Otumba, pero en casi 20 años los esfuerzos han sido sólo de sus seres queridos porque no ha recibido apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
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