Naucalpan, Méx. Este municipio tiene dos metropolitanos clausurados por autoridades ambientales, se trata de los confinamientos de Rincón Verde y de Tepatlaxco donde millones de toneladas de basura proveniente de la Ciudad de México y de municipios mexiquenses, se acumularon de forma inadecuada y se convirtieron en montañas de riesgo para la población y para el ecosistema, al registrar explosiones que sepultaron a trabajadores, incendios y se contaminan los mantos acuíferos.

En ambos confinamientos metropolitanos hay procedimientos de sanción de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem), de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de la Dirección de Medio Ambiente de Naucalpan e incluso de Protección Civil, que han colocado sellos en sus puertas.

Tras las clausuras, al menos cinco trascabos remueven la basura. Foto Luis Camacho
Tras las clausuras, al menos cinco trascabos remueven la basura. Foto Luis Camacho

“Los sellos de clausura no son suficientes, porque el riesgo y el ecocidio aquí sigue”, señalaron vecinos de Rincón Verde quienes, igual que los de Tepatlaxco viven entre la peste, fauna nociva y contaminación de sus ríos y manantiales por lixiviados, que son jugos tóxicos que genera la basura.

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Por un lado, está el relleno sanitario metropolitano de Tepatlaxco, operado en el paraje ejidal Puente de Piedra por la empresa ‘PRO-FAJ Hidro Limpieza S.A. de C.V.’, donde el 4 de julio del 2023 se registró una explosión que provocó el deslizamiento de más de 7 millones de toneladas de basura, que dejaron atrapados a una decena de trabajadores, dos de los cuales fallecieron bajo toneladas de desperdicios.

Ante este siniestro autoridades municipales, estatales y federales de Medio Ambiente, así como de Protección Civil sellaron el confinamiento en julio del 2023, por lo que lleva casi año y medio clausurado.

El lugar lleva cerrado casi año y medio; sin embargo, la basura permanece en el sitio. Foto Luis Camacho
El lugar lleva cerrado casi año y medio; sin embargo, la basura permanece en el sitio. Foto Luis Camacho

La acumulación inadecuada de millones de toneladas de desperdicios ya había provocado que este tiradero de basura generara un caudal de lixiviados -jugos tóxicos- que contaminaron el río San Juan y la Presa Madín, lo que generó una emergencia ambiental al morir cientos de peces y aves en marzo del 2021, señalaron investigadores de la Comisión de Cuenca de Presa Madín, entre ellas la doctora Marcela Galar Martínez, del Laboratorio de Toxicología Acuática de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, quien realizó el análisis de la calidad del agua de esta cuenca.

EL UNIVERSAL recorrió el 10 de diciembre los terrenos del confinamiento metropolitano de Tepatlaxco en Puente de Piedra, entre gruesas nubes de polvo, donde entran cientos de camiones cargados con toneladas de tierra, en lo que parecieran ser trabajos de regeneración del sitio, que sigue siendo un gigantesco pasivo ambiental.

Parvadas de gaviotas revolotean en las montañas de basura de más de 30 metros de altura del confinamiento metropolitano de Rincón Verde, que opera la empresa BioMerik en el ejido de San Mateo Nopala, que también está clausurado de forma total desde el pasado 3 de octubre y meses antes recibió procedimientos de sanción por violar la Norma Oficial Mexicana 083 en materia de rellenos sanitarios.

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“Aquí la basura ha permanecido expuesta por años, al aire libre, emanando olores pestilentes, fauna nociva y contamina los manantiales de Rincón Verde”, señalaron vecinos de San Mateo Nopala quienes interpusieron denuncias ante Propaem y Profepa, que derivaron en sanciones para BioMerik y clausuras al confinamiento.

Autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México, con datos de Propaem, informaron a EL UNIVERSAL que en inspecciones realizadas al relleno sanitario operado por BioMerik hasta mediado del mes de julio los administradores presentaron licencias y permisos vencidos, por lo que iniciaron procesos de sanción y clausuras parciales y totales.

En recorrido realizado por EL UNIVERSAL habitantes de Rincón Verde señalaron su preocupación por el que emana de la montaña frontal del relleno sanitario, visible desde la carretera Naucalpan-Ixtlahuaca, lo que es señal de que metano que genera la basura no se canaliza por respiraderos y podría haber riesgo de nuevas explosiones e incendios.

Tras las clausuras, al menos cinco trascabos remueven la basura que también tapan con tierra y crean una especie de terrazas para dar estabilidad a la enorme montaña de desperdicios que por meses y años estuvieron expuestas en Rincón Verde, tal como lo han documentado vecinos.

En la zona aledaña han dejado montones de tierra en un intento por recuperar el espacio. Foto Luis Camacho
En la zona aledaña han dejado montones de tierra en un intento por recuperar el espacio. Foto Luis Camacho

A Naucalpan llegaban en promedio unas 2 mil toneladas de basura de la Ciudad de México y de municipios mexiquenses, primero al confinamiento de Puente Piedra en Tepatlaxco y tras su clausura por la explosión, hace casi año y medio los desperdicios de la CDMX se trasladaron a Rincón Verde el depósito de BioMerik, ubicado a unos cuatro kilómetros.

Ambos confinamientos transformaron los parajes verdes y boscosos de Tepatlaxco y Rincón Verde en montañas gigantes de basura, “que nos han traído , inmundicia y peste”, reiteraron vecinos quienes urgieron al saneamiento ambiental de sus comunidades.

EL UNIVERSAL de forma reiterada volvió a solicitar información a autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México y de Propaem, sobre el estatus y monto de las sanciones a rellenos sanitarios mexiquenses; sin embargo, no hubo respuesta.

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