Toluca, Méx. Cada año, miles de peregrinos de diferentes partes de México emprenden su camino hacia la Basílica de Guadalupe, ubicada en la Ciudad de México, para visitar a la Virgen de Guadalupe. Muchos de estos peregrinos realizan el recorrido a pie, como muestra de fe y devoción.
En su largo caminar, los peregrinos encuentran en Cuajimalpa de Morelos un lugar de descanso y acogida. Este municipio, ubicado en las afueras de la Ciudad de México, se ha convertido en una parada tradicional para los peregrinos que buscan reponer fuerzas antes de continuar su camino hacia la Basílica.
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Durante su estancia en Cuajimalpa, los peregrinos pueden encontrar diversos servicios y apoyos, como albergues, puestos de comida y atención médica. Además, muchos habitantes del municipio se solidarizan con los peregrinos y les ofrecen alojamiento, alimentos y bebidas.
La hospitalidad de los cuajimalpenses es un ejemplo de la calidez y el espíritu de servicio que caracteriza a los mexicanos. Los peregrinos agradecen el apoyo que reciben en Cuajimalpa, ya que les permite continuar su camino con renovadas energías y entusiasmo.
Después de unas horas de descanso y convivencia, los peregrinos se despiden de Cuajimalpa y retoman su camino hacia la Basílica de Guadalupe. Muchos de ellos tienen previsto llegar al Tepeyac mañana 19 de febrero, día en piden y dan gracias a la Virgen de Guadalupe.
La peregrinación a la Basílica de Guadalupe es una tradición arraigada en la cultura mexicana, que cada año moviliza a miles de personas de todas las edades y condiciones sociales. Cuajimalpa de Morelos se ha convertido en un punto clave en esta peregrinación, donde los peregrinos encuentran un espacio para descansar, reponer fuerzas y renovar su fe.
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