Naucalpan, Méx. "¿Dónde los vamos a sepultar?", cuestionan familiares de las seis víctimas del deslave en la colonia Emiliano Zapata, en su mayoría menores de edad, muertos bajo toneladas de lodo y tierra.
En una habitación húmeda y oscura se refugiaban algunos de los integrantes de la familia Rojas Bejarano y Bejarano Cruz, afectados por esta tragedia. Primero granizó la tarde-noche del 16 de septiembre y la acumulación de agua desprendió la tierra donde habitaban las dos familias.
La movilización de vecinos, con el apoyo de bomberos y personal de Protección Civil, permitieron el rescate de los cuerpos de Magdiel de 8 años, Yaretzi de 13 años, Leilani de 13, Hilary de 15, Kevin de 19 y Alfonso de 58 años.
Del lugar fueron rescatadas tres mujeres con vida: Juana, Angelica y Gretel, quienes fueron trasladadas al Hospital General de Naucalpan.
“Esta familia se desintegró, ellas perdieron a sus seres queridos, a sus hermanos, hijos y a su padre y esposo”, relataron personas cercanas a las sobrevivientes.
Con cuerdas atadas, vecinos, bomberos y rescatistas lograron sacar uno a uno los cuerpos de las víctimas, luego de que Luis, padre y esposo de una mujer que sobrevivió, emitió la voz de alerta.
De la barranca boscosa de la colonia Emiliano Zapata, a una altura de más de 18 metros de altura, la familia Bejarano construyó su casa de techo de láminas, lonas y muros de madera. El lugar no resistió la tormenta y los muros de la casa no sirvieron de refugio para la familia, que quedó sepultada entre el lodo de lo que fue su hogar.
“Esta familia llegó a vivir a la barranca hace unos años, los niños jugaban junto a la escuela Emiliano Zapata a la que acudía una de las niñas que fallecieron”, relató un profesor.
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