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Ecatepec, Méx. Desafían a la naturaleza y ponen en riesgo su vida. Y así es desde hace varios lustros; viven al extremo en zonas donde no deberían construirse casas, pero ahí edificaron la suya con la complacencia de las autoridades.
Christian Reynel es uno de los que armó su casa sobre la barranca de Las Venitas, en la colonia Tierra Blanca, en Ecatepec, comunidad que forma parte de la Sierra de Guadalupe.
Cuentan los mayores de 50 años que Las Venitas era un río de agua dulce que se formaba en la cúspide y sus aguas cristalinas bañaban con su frescura esa área de Ecatepec, donde propios y extraños iban a disfrutar lo que les brindaba la naturaleza, pero se secó y ahora se convirtió en una barranca con demasiado riesgo para los que de manera indebida se asentaron en ese polígono.
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Christian ya sufrió en carne propia de lo que es capaz la naturaleza. En septiembre del 2021, una tormenta al final de ese verano húmedo provocó cuantiosos daños en 33 colonias de Ecatepec. Tierra Blanca fue una de ellas y la zona de Las Venitas de las más afectadas.
La fuerza de las aguas broncas que bajaron de la Sierra de Guadalupe se llevó todo a su paso, incluidos sus enseres electrodomésticos, ropa y demás pertenencias que tenía en su casa con techo de lámina de asbesto.
Su casa se convirtió en una salida de las aguas que se precipitaron de la parte alta, por las escaleras se escurría el líquido y parecía una cascada que arrasaba todo lo que encontraba en ese inmueble y en todos los de la zona.
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Otro que también registró daños en sus bienes fue Ubaldo, vecino de Las Venitas. Su camioneta estaba estacionada sobre una rampa que construyó sobre la barranca y la corriente también se la llevó. La encontró varios metros adelante, casi completamente destruida de la carrocería, sí encendió cuando la encontró y, para su fortuna, el motor no sufrió daños.
A Carmen, otra de las residentes, los embates de la naturaleza le hicieron recapacitar sobre dónde decidieron vivir con su familia. “La necesidad” es la justificación que da para haber edificado su inmueble en un área de alto riesgo, literalmente sobre el cauce de lo que fue el río.
Para resarcir los daños que sufrió su inmueble, juntaron todos sus ahorros y además pidieron un préstamo bancario. En esa ocasión, las afectaciones las calcularon en más de 100 mil pesos, sin contar muebles y el piso, porque el agua dejó sin cimientos la casa.
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En el polígono Las Venitas habitan mil 838 personas de 22 manzanas en vulnerabilidad por flujos. Los principales peligros observados en la zona se presentan como derrumbes, caída de rocas, flujo de escombros, arrastramiento o una combinación de estos, según establece el Atlas de Riesgos de Ecatepec:
Parte de la problemática presente en la zona se debe a que los colonos de esta zona han construido dentro del derecho de vía de la cañada, imposibilitando el libre tránsito de aguas abajo del río. Se detectaron construcciones de losa con columnas fijas al lecho del río y, en temporadas de lluvias, estas colapsan, provocando daños y pérdidas patrimoniales por inundaciones y el arrastre de vegetación y de rocas.
Riesgo latente
Siete zonas de riesgo alto y muy alto de deslizamientos, derrumbes, caídas de roca o flujos por la inestabilidad de las laderas, principalmente en el área de la Sierra de Guadalupe, en la que se asentaron casi 11 mil personas, son las que están identificadas en el Atlas de Riesgo de Ecatepec, según los estudios de Protección Civil.
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El diagnóstico elaborado en la anterior gestión local revela que las familias construyeron sus inmuebles en sitios no autorizados y de mucho peligro, como debajo de taludes, en donde se impide el libre flujo de las corrientes de río, con mucha inestabilidad del terreno, sobre minas abandonadas o en donde han explotado el terreno para aprovechar material de construcción, lo que los etiqueta con estatus de vulnerabilidad.
Texalpa, Viveros Tulpetlac, Las Venitas, Benito Juárez, Cerro Gordo, La Esperanza y Vista Hermosa, son esas siete áreas con mayor peligro.
Cerro Gordo, de acuerdo con el Atlas, es uno de los polígonos que concentra mayor población en riesgo y es catalogado en muy alto riesgo por caída de rocas o derrumbe, en los que habitan cuatro mil 348 personas en vulnerabilidad, distribuidas en 80 manzanas.
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En el cerro se encuentran ubicados los barrios de Bellavista, El Gallito, San Ignacio, Cerro Gordo, Santa Clara, Rinconada de Santa Clara, Buenavista, Carlos Hank González y La Palma.
Está compuesto por rocas ígneas de composición dacítica, este material ha sido explotado a lo largo de la historia por los pobladores de la región y se ha utilizado como agregados, mampostería y otros materiales de construcción. En la actualidad, cuenta con tres zonas de explotación, la más grande está ubicada en la parte poniente y las otras dos en la parte oriente,
Atlas de Riesgo de Ecatepec.
El documento exhibe los riesgos no únicamente de asentarse en estos acantilados, sino de utilizar los materiales de la zona para construir o adecuar sus inmuebles:
Por las condiciones antes mencionadas, esto aumenta el grado de peligro en el que se encuentra el polígono de estudio; se han construido edificaciones habitacionales cerca de los cortes y se han construido sin una planificación o consideración por estas estructuras. Dentro del riesgo que representa esta zona se ha detectado la caída de rocas en las zonas explotadas y deforestadas.
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Otra de las zonas de muy alto riesgo por deslizamiento de ladera, es el talud de Texalpa, donde están en vulnerabilidad 683 personas que viven en tres manzanas. Lo delimitan las colonias de Texalpa y Cuauhtémoc, sobre la calle de Ruiz Cortínez, cuyos residentes edificaron en lo que anteriormente era una mina de materiales térreos para construcción y que actualmente se encuentra abandonada.
El Atlas de Riesgo de Ecatepec catalogó el polígono de Viveros de Tulpetlac como de muy alto riesgo por deslizamiento de ladera; ahí, hay 819 personas en 209 viviendas. En la zona se ubica un talud con una altura aproximada de entre 15 y 20 metros, con ángulos que van de 70 a 90 grados, en donde las autoridades han detectado caída de material en temporada de lluvias.
La zona de La Esperanza se ubica en los límites del Área Natural Protegida y la mancha urbana; geológicamente, esta región está constituida por rocas que alcanzan tamaños de hasta cinco metros en algunas zonas. Ahí están en vulnerabilidad mil 185 personas de 13 manzanas.
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En la zona de Vista Hermosa, ubicada en la parte norponiente del municipio, cuya geología está compuesta por lahares; hay mil 838 personas de 22 manzanas en vulnerabilidad. El peligro de la zona es por vuelcos o caída de rocas, con pendientes mayores de 35 grados.
La zona más crítica cuenta con una barda de contención de 40 centímetros de espesor y 1.90 metros de altura, pero las estructuras de las casas utilizan está barda de contención como parte de estas.
Otro de los polígonos es Benito Juárez, compuesto por rocas de diferentes tamaños que alcanzan hasta dos metros. En este punto, se han registrado desprendimientos de piedras de gran tamaño que han afectado algunas bardas de los domicilios.
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Labores preventivas
Más de dos meses antes del inicio formal de la temporada de lluvias –en mayo próximo–, las autoridades comenzaron a realizar trabajos de desazolve en las barrancas del municipio por el riesgo potencial que enfrentan cada año.
Apenas en septiembre pasado, en la víspera del Grito de la Independencia, se presentó otro aluvión que ocasionó diversos daños en comunidades cercanas a la Sierra de Guadalupe y dejó pérdidas considerables en el patrimonio de decenas de habitantes.
En tan solo unos días de labores, las autoridades locales han retirado cientos de toneladas de basura, lodo, troncos, ramas, muebles, vehículos y hasta cadáveres que estaban en las barrancas, que es la principal causa de las inundaciones, porque todos esos desechos tapan las redes de drenaje y los líquidos pluviales no pueden ser desalojados.
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Gerardo Escárcega, de la Dirección de Operación del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Ecatepec (SAPASE), dijo que las acciones de limpieza en los cauces se adelantaron varias semanas, porque se espera que esta temporada de lluvias será más intensa que la del año anterior, además de que en la gestión pasada no se les dio el mantenimiento adecuado a esas áreas.
Aunque reconoció que tardan más en sacar toda clase de desperdicios de las barrancas que la gente en depositar más desechos en esos lugares, lo que aumenta la posibilidad de que sufran afectaciones cuando llueve.
Exhortó a la población a que se abstenga de hacerlo, porque las consecuencias son fatales para ellos mismos.
En los últimos 12 años, se ha incrementado la invasión en la zona de la Sierra de Guadalupe, más de 200 hectáreas del área natural protegida han sido ocupadas de manera ilegal para la edificación de viviendas, lo que pone en riesgo a las familias que recién se han asentado en esos puntos y a los que ya residen ahí desde hace varios lustros.
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