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Valle de Chalco, Méx. Isaias Soriano López fue la primera persona sepultada en la ampliación del panteón municipal de Xico, en Valle de Chalco, durante la pandemia de Covid-19.
Debido a la emergencia sanitaria, el ayuntamiento tuvo que comprar una hectárea de tierras a los ejidatarios para extender el cementerio al pie del Cerro del Marqués, ya que se habían agotado los espacios para enterrar a quienes fallecían en ese momento.
Isaias López murió el 29 de abril de 2020 y su cuerpo fue enterrado en la nueva área habilitada por el gobierno del alcalde morenista Armando García Méndez. A un costado de su tumba fue sepultado Raúl Calderón Murillo, quien perdió la vida el mismo 29 de abril de 2020.
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Un día después, el 30 de abril, falleció Valentín Fernández y su cadáver también fue llevado al camposanto vallechalquense.
“En recuerdo de tus hermanos, sobrinos y familia que convivieron contigo. Descanse en paz”, dice el mensaje aún visible en la cruz metálica negra que marca el sitio donde yacen sus restos, ahora cubiertos parcialmente por la hierba.
Con el paso del tiempo, llegaron a mil 200 fallecidos entre 2020 y 2022, los cuales fueron enterrados en ese lugar, al que autoridades y vecinos llaman “panteón Covid”.
Tenemos un censo activo que indica que la pandemia dejó mil 216 finados en ese espacio. Después, continuaron los entierros y actualmente hay mil 500 fosas. Hasta ahí hemos detenido las inhumaciones en ese lugar”, explicó Moisés Hernández, jefe del Departamento de Panteones del municipio.
Desde el 30 de abril de 2020, el panteón de Xico se quedó sin espacios para enterrar a los habitantes fallecidos en ese periodo, algunos por Covid-19 y otros con sospecha de la enfermedad.
Cinco días después de la apertura de la nueva zona, un centenar de habitantes de la localidad mexiquense fueron sepultados allí.
Tan sólo en abril de 2020, el cementerio de Xico registró 201 servicios funerarios, lo que provocó su saturación y la falta de espacio para nuevos entierros.
Durante los primeros cinco días de mayo me informaron de 93 defunciones. La cantidad se cuadruplicó al inicio de ese mes”, explicó el edil.
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Debido al número de fallecimientos durante la primera ola de contagios, los crematorios no sólo de Valle de Chalco, sino también de Chalco, Ixtapaluca y Los Reyes La Paz —municipios colindantes—, incrementaron su actividad. Las familias de los fallecidos tenían que esperar horas e incluso días para obtener el servicio de cremación.
Esperar la cremación era terrible. Primero, la espera podía durar uno o dos días; segundo, el costo era excesivo, y tercero, el contagio estaba en casa, porque teníamos que esperar a que nos dieran el espacio. Entonces, el presidente municipal (Armando García Méndez) decidió que no podía intervenir en los crematorios para acelerar el servicio o reducir los costos, pero sí pudo comprar un terreno y prestar el servicio de inhumación. Así se dio una solución, y creo que fue una muy buena”, expresó Emmanuel Hernández González, director de Servicios Públicos de Valle de Chalco.
Aunque las autoridades federales desaconsejaban enterrar a fallecidos por Covid-19 en panteones, debido al riesgo de contagio, el ayuntamiento de Valle de Chalco tomó la decisión de hacerlo ante la saturación de los crematorios.
Por esa razón, según recuerda Emmanuel Hernández, el panteón de Xico se saturó, y para hacer frente a la situación, el entonces alcalde Armando García ordenó su ampliación mediante la compra de un terreno anexo.
Sin embargo, la hectárea adquirida a los ejidatarios se ocupó en menos tiempo del previsto, en su mayoría debido a los decesos por Covid-19. Actualmente, solo quedan espacios para 50 cuerpos más, ya que la mortalidad en el municipio aumentó con la pandemia.
Los casi dos años siguientes fueron especialmente difíciles para los habitantes de Valle de Chalco. En 2022 se realizó el último entierro de un residente fallecido por la enfermedad respiratoria, según los registros de Moisés Hernández, jefe de Panteones del municipio.
Esa área del cementerio está dividida, y Moisés conoce con precisión cuántas personas están enterradas por Covid-19 y la ubicación exacta de sus tumbas.
Las autoridades locales determinaron exhumar los restos áridos que llevan más de siete años en el panteón, con el objetivo de liberar espacio en las próximas semanas, meses y años.
Con más de 25,000 fosas en el cementerio, el plan es desocupar de manera paulatina 15,000, para evitar enfrentar una situación similar a la de 2020.
Esta estrategia busca evitar la compra de más terrenos ejidales en las cercanías del panteón de Xico, que comenzó a operar en la década de los 90, poco después de la fundación del municipio en 1994.
Sin embargo, si fuera necesario, podrían adquirirse más predios, ya que aún hay disponibilidad en esa zona, comentó el director de Servicios Públicos.
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