Acambay, Méx. En la última semana, más de una decena de pollerías ubicadas en Acambay han cerrado sus puertas, presuntamente debido a actos de intimidación y extorsión. La situación ha causado alarma entre los habitantes, ya que el control sobre la venta de pollo y huevo parece haberse expandido a este municipio, lo que ha generado un clima de incertidumbre en torno a la seguridad.
Aunque hasta el momento no se han interpuesto denuncias formales ante el Ministerio Público, la preocupación de los comerciantes y la población crece, pues las extorsiones parecen estar alcanzando más sectores.
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En un sondeo realizado entre los habitantes, muchos coinciden en que los cierres de los establecimientos son una forma de protesta por esta situación y exigen la intervención de las autoridades federales, teniendo en cuenta los antecedentes de hechos similares en otras localidades y las recientes detenciones relacionadas.
Los empresarios del sector avícola piden garantías para su seguridad y la de sus negocios, temiendo que la falta de acción por parte de las autoridades locales y estatales continúe agravando la situación. Mientras tanto, los acambayenses continúan preocupados por las implicaciones de estos cierres, que no solo afectan la economía local, sino también el acceso a productos básicos para la comunidad.
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Este nuevo panorama ha puesto en evidencia la creciente amenaza de la delincuencia organizada en varias regiones del Estado de México, y pone en tela de juicio la capacidad de las autoridades para enfrentar y erradicar este tipo de prácticas ilícitas.
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