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Por Roberto Guerrero Peñuelas
Toluca, Méx. El graffiti se ha vuelto algo común en las paredes de las calles de Toluca y sus alrededores. La población, acostumbrada a verlas, muchas veces opta por rendirse tras intentar combatirlas. Incluso después de pintar las fachadas de sus casas o negocios, estas suelen ser nuevamente intervenidas al poco tiempo, lo que genera frustración al notar que la remoción toma más esfuerzo que el tiempo que tarda en reaparecer.
Ante esta situación, ¿el graffiti es vandalismo o arte?, Janitizio Alatriste Tobilla, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), explica que, en sus inicios, estas pintas tenían un significado social dentro de los grupos urbanos. Según él, “eran una estrategia, digamos, de señalización de territorios; marcaban las calles de las ciudades, de los barrios donde habitaban, y eso se convertía en una señal de identidad”.
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Sin embargo, el investigador señala que esta práctica ha cambiado con el tiempo.
Hoy en día, el graffiti ya no representa una expresión colectiva, sino una actividad más individualista. En la actualidad, se trata principalmente de crear letras o símbolos, donde lo importante no es tanto lo que se comunica, sino la manifestación pública en sí misma. Este fenómeno está marcado por el uso de “tags”, una especie de firma personal que identifica al autor
Janitizio Alatriste Tobilla
Respecto a si el graffiti puede considerarse una forma de arte, Alatriste Tobilla afirma:
Ni el graffiti ni estos autores de los tags contemporáneos son propiamente arte. En un principio, eran señales de grupos para marcar territorios. Ahora se trata de una expresión más impersonal de personas que disfrutan crear letras y lo hacen de manera clandestina, pero pública, en las calles
Janitizio Alatriste Tobilla
Más allá de cualquier valoración artística, estas pintas generan afectaciones económicas, especialmente para empresarios. Según datos de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo del Valle de Toluca, la remoción de graffitis en las fachadas puede representar un gasto superior a los 15 mil pesos, dependiendo de la dimensión del establecimiento.
Además, el graffiti está tipificado como un delito contra el patrimonio, específicamente como "daño en las cosas". Por ello, quienes sean sorprendidos realizándolo pueden enfrentarse a multas de hasta 1,370 pesos o a arrestos de entre 12 y 36 horas.
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