Toluca, Méx. El ciclo de lluvias de 2024 ha permitido la recuperación de la Laguna de Palmillas, también conocida como el Bordo de San Jerónimo, al norte de la capital mexiquense. Sin embargo; con su recuperación, también han vuelto algunas prácticas como la descarga de aguas residuales y el abandono de basura en algunos de sus puntos.
Hasta marzo pasado, este cuerpo de agua se encontraba con menos del 10% de su capacidad debido a la severa sequía que afectó al Estado de México. Actualmente, gracias al temporal de lluvias, su nivel ha aumentado al 80%.
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Este cambio ha favorecido a las aves migratorias, como patos y garzas, que utilizan la laguna para descansar y beber agua durante su paso por el Estado de México.
En las orillas de la laguna se observan residuos como botellas de plástico, bolsas, latas, papeles y pañales, que afectan la limpieza del agua y del paisaje. También se ha registrado la descarga de aguas residuales provenientes de hogares cercanos, lo que genera espuma verde producto de los detergentes domésticos.
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Aunque no se observan grandes acumulaciones de desechos en el agua, los alrededores de la laguna muestran la necesidad de un manejo adecuado de los residuos en esta área natural.
Michelle García, bióloga de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), destacó la importancia de estos cuerpos de agua en la regulación de la temperatura y como puntos de descanso para las aves migratorias. Añadió que cuando se pierde uno de estos sitios, comienza un proceso de descomposición en la zona.
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