Toluca, Méx. La capital del , es una ciudad con una rica historia reflejada en su arquitectura. Sin embargo, numerosos edificios protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentan un deterioro alarmante, lo que representa un peligro latente para los ciudadanos que transitan a diario por sus calles.

El centro histórico alberga inmuebles de gran valor cultural, pero el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y la burocracia han llevado a que muchas de estas edificaciones se encuentren en estado deplorable. Las fachadas de algunos edificios ubicados en calles concurridas como Lerdo, Hidalgo y Bravo presentan grietas, desprendimientos y estructuras debilitadas que amenazan con colapsar.

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Uno de los casos más preocupantes es el edificio colonial en la calle Lerdo de Tejada, cuya fachada ha perdido grandes fragmentos de su revestimiento. Comerciantes y transeúntes han denunciado la caída de escombros, sin que se haya tomado una acción concreta para su restauración o reforzamiento.

Edificios históricos protegidos por el INAH en Toluca presentan un deterioro alarmante, poniendo en peligro a los ciudadanos. Foto Arturo Hernández
Edificios históricos protegidos por el INAH en Toluca presentan un deterioro alarmante, poniendo en peligro a los ciudadanos. Foto Arturo Hernández

El INAH, encargado de la conservación del patrimonio histórico, enfrenta limitaciones económicas y procedimientos burocráticos que han obstaculizado la intervención oportuna en estos inmuebles. Propietarios y autoridades locales señalan que las estrictas regulaciones impuestas por el instituto dificultan la restauración, ya que cualquier modificación requiere permisos especiales y el cumplimiento de normativas específicas, lo que ralentiza el proceso.

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El deterioro de estos edificios no sólo afecta la imagen urbana, sino que también representa un peligro para la población. Durante la temporada de lluvias, la humedad acelera el desprendimiento de materiales, poniendo en riesgo a peatones y conductores. A pesar de algunas advertencias con señalización, en muchos casos las medidas de seguridad resultan insuficientes.

Fachadas con grietas y estructuras debilitadas amenazan con colapsar, especialmente durante la temporada de lluvias. Foto Arturo Hernández
Fachadas con grietas y estructuras debilitadas amenazan con colapsar, especialmente durante la temporada de lluvias. Foto Arturo Hernández

"Nos da miedo pasar por aquí, porque en cualquier momento puede caer una losa o un pedazo de pared. Hemos hecho reportes, pero no hemos visto ninguna acción concreta", comenta María Sánchez, comerciante del primer cuadro de la ciudad.

Mientras las autoridades y las instancias responsables analizan soluciones, los habitantes de continúan expuestos a los peligros de un patrimonio histórico que, en lugar de ser un orgullo, se ha convertido en una amenaza silenciosa.

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