Toluca, Méx. - “Cuando llegué aquí pensé que no iba a poder, pero el amor de mis hijos y el respaldo de mis padres me hicieron superar todo” es la voz de Melania García González, hoy integrante de los “” del Estado de México.

Madre de familia y pilar económico de un hogar, recuerda cómo la enfermedad de uno de sus hijos derivó en la pérdida de su empleo; momentos de incertidumbre, sin sustento, en los que recurrió al comercio ambulante; sin embargo, una oportunidad de trabajo en la la hizo albergar una vez más un poco de “esperanza”.

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Soy madre soltera y cabeza de familia; cuando mi hijo estuvo muy grave tuve que dejar mi trabajo […] esos dos años que no tuve empleo, nos manteníamos vendiendo refrescos en un puesto en la calle, pero metí mis papeles a la Secretaría del Trabajo y me escribieron para decirme que la Junta de Caminos iba a dar oportunidad a las mujeres


En un principio recuerda “tuvo miedo” por realizar una actividad clasificada para varones, pero el deseo de sacar adelante a su familia le dio el valor y coraje que necesitaba.

Me preguntaron si estaba dispuesta a rifármela y yo dije sí, sí me rifo


declaró

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Recuerda para EL UNIVERSAL Estado de México su primer día de trabajo en el que salió a las calles en las caravanas de “bacheo” barriendo y apoyando solo en labores preventivas a los varones.

Con el paso de los días y la confianza que le dieron sus compañeros, se animó a solicitar la capacitación para aprender a soldar, prueba que superó. Ese deseo de superarse, la impulsó también a pedir manejar las máquinas barredoras y retroexcavadoras.

Tenía la inquietud, porque yo soy montacarguista, me decía: si yo puedo manejar esa máquina ¿por qué no una más grande? y romper esos miedos que tengo o tenía y sí, me lancé


Fue la capacitación que le dio su compañero Jesús Montoya, tanto en soldadura como el manejo de las máquinas la que la llevó hoy a realizar actividades técnicas en los trabajos de bacheo.

“Se van quitando los miedos, todo se puede en esta vida; llegué con mucho miedo, con mucha incertidumbre por no saber cómo me iban a tratar”.

Los camineros del Estado de México

Las jornadas de trabajo de los camineros mexiquenses son complicadas: inician desde temprana hora del día y pueden extenderse hasta la noche en la mejora de caminos; sin embargo, lo más complicado, reconoce, son las agresiones y violencia de los automovilistas que no miran siempre con buenos ojos su labor.

Las jornadas de trabajo de los camineros mexiquenses son complicadas / Foto Alejandro Vargas
Las jornadas de trabajo de los camineros mexiquenses son complicadas / Foto Alejandro Vargas

Es muy complicado el clima, el estar caminando; nosotras como mujeres siempre necesitamos un baño, pero así salimos en las jornadas para bachear, los conductores son muy groseros luego nos dicen palabras altisonantes ‘póngase a trabajar en la noche’ o ‘son unos no sé qué, por cuántos’ ojalá comprendieran que estamos haciendo nuestro trabajo


relató.

Desde el inicio de esta administración estatal la Junta de Caminos del Estado de México abrió sus puertas a la actividad de reparación y “bacheo” de vialidades a las mujeres, como un acto de inclusión y en busca de romper estereotipos de género.

Con ello, Melania García González forma parte de los trabajadores en activo que al igual que el resto de sus compañeros, supera las jornadas en campo haciendo de lado las inclemencias del tiempo, y sobre todo rompiendo tabúes y barreras en contra de las mujeres.

Las faenas que emprende con todo el equipo advierte, se incrementarán luego de las acciones de mejora que ha anunciado el gobierno estatal; sin embargo, se dice con “ánimo” para realizarlas, porque sabe que este trabajo es la oportunidad para sacar adelante a los suyos.

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