Toluca, Méx. “Suena a cliché pero si tú rescatas a un peludito de la calle vas a tener siempre su lealtad por sobre todas las cosas”, así explica la activista y protectora de los animales Michelle García, el por qué antes de comprar a una especie de compañía se debe pensar en adoptar y más si es un animal rescatado.
Luego de que se viralizó la reacción de “La Güera” una perrita criolla en situación de calle que acompañó a su amigo, un varón indigente de la capital conocido como “El Chef” hasta después de su muerte. Diversos activistas hicieron un llamado para reconocer la valía de estos animales que afirman, están solo a la espera de encontrar su manada.
La también bióloga explica que por naturaleza las especies de “compañía” cumplen con esta premisa de saber estar presentes con quienes saben cuidarlos y cuidarse entre grupo. Detalla que los animales que han experimentado la dureza de la calle: maltrato, frío y hambre, asocian a quienes los rescatan como sus salvadores, incluso con la figura materna o “macho alfa” en su manada; ahí la valía de esta población extendida de perros en situación de calle.
Refiere que la imagen de “La Güera” estando hasta el final con su compañero si podría considerarse como una actitud de agradecimiento por quién fue bueno con ella, postura que afirma la activista, se repite en los animales rescatados.
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“Un animal rescatado es agradecimiento y fidelidad particularmente los perros, su instinto está en proteger a los que consideran su manada ante cualquier situación de amenaza o peligro al no estar acostumbrados a depender de alguien pero que si llega esa persona les cambia su estructura y se evocan a dedicarse como especies a esa persona”, explica.
Entre los beneficios también de la adopción de estos animales en la calle, está el hecho de ser seres más sociables e independientes.
Al respecto Adriana Díaz Ramírez, presidenta de la fundación Corazón Canino, compartió la historia de una perrita que vivió amarrada a un árbol con una cadena gran parte de su vida, solo en ocasiones le llevaban comida, el animalito que pese a ser rescatado buscó regresar a ese punto en cautiverio, porque ahí lo identificaba como su hogar, como muestra de su lealtad.
Ambas coinciden en que un animal que ya estuvo en la calle, o bien en un albergue, cuando recibe cuidados de un humano a este lo identificará como su verdadero hogar.
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