Tenango del Valle, Méx. Aquetzalli Mancilla López, una joven de 25 años, comparte con orgullo la historia de su familia en el negocio de la cecina, una tradición que ha perdurado por más de 15 años en su pueblo en Tepexoxuca.
Sus padres comenzaron este negocio con el deseo de ofrecer un sabor único que ha conquistado tanto a locales como a visitantes.
Hace más de una década, el negocio comenzó en pequeña escala, pero pronto su sabor característico hizo que más personas se acercaran a probarlo, lo que impulsó la expansión de los obradores.
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“La cecina tiene un sabor diferente, porque nosotros la preparamos con ingredientes especiales que hacen que se distinga de otras”, cuenta Aquetzalli.
Además de la cecina, “el negocio familiar elabora productos como el chorizo y el adobo, siempre con la misma receta que se ha transmitido de generación en generación, por eso el nombre de nuestro negocio: La Herencia”.
Este año, las ventas mejoraron en comparación con el anterior, lo que confirma el crecimiento de la marca que, si bien tiene sus raíces en el pueblo de Tepexoxuca, municipio de Tenango del Valle, ahora ha logrado expandir su presencia en varios puntos, como el mercado de Palmillas.
Sin embargo, el éxito de este negocio de comida no se debe solo a la calidad de sus productos, sino a la constancia y dedicación con que Aquetzalli y su familia siguen trabajando para mantener viva la tradición.
Los tacos que ofrecen son un verdadero festín para los sentidos. Están hechos con tortillas azules, lo que les da un toque especial. Pero lo que realmente los hace irresistibles es el chilacayote, un ingrediente único que ellos implementaron en los tacos de cecina.
Las salsas, por supuesto, son otro de los grandes atractivos del negocio familiar. Preparadas de manera tradicional en el molcajete, las salsas roja y verde complementan a la perfección el sabor de la cecina y demás productos.
El proceso de preparación es meticuloso. La cecina se adoba y se prepara con días de anticipación para lograr la textura y el sabor que distingue a este negocio familiar.
Recientemente, La Herencia estuvo presente en la Cuarta Edición de la Expo Feria de la Cecina en Tepexoxuca, Tenango del Valle, evento realizado los días 16 y 17 de noviembre, donde se pudieron disfrutar estos manjares tradicionales que siguen conquistando a todos los que buscan algo auténtico y sabroso.
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Aquetzalli refleja en cada palabra la pasión de su familia por mantener vivo este legado. “Es un negocio que no solo es fuente de trabajo, sino también de orgullo. Cada taco que preparamos lleva la esencia de nuestra historia y nuestra tierra”, concluye con una sonrisa.
Este pequeño pero significativo negocio sigue creciendo, manteniendo la tradición, pero también adaptándose a las demandas del presente. Sin duda, la cecina de Aquetzalli Mancilla López y su familia es un sabor que continuará dejando huella en todos los que la prueban.
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