Toluca, Méx. El periódico es un testigo de la historia, en sus páginas quedan marcados los momentos más importantes de la humanidad, pero para poder llegar a las manos de los lectores requieren de los periodistas, las imprentas y, sobre todo, de los voceadores o vendedores.

“En antaño, niños y jóvenes gritaban en las calles con los diarios bajo el brazo para llamar la atención de los lectores, aunque en la actualidad, la información llega a través de un dispositivo como un celular, aunque solo leas una parte de la noticia, por eso es mejor comprar un periódico completo", comenta Guillermo Solano Valdés, voceador con 70 años de edad, que todos los días sin falta atiende un kiosko en los Portales de Toluca.

Su trabajo comienza a las 5:30 de la mañana, cuando acude a la calle Honduras 316, en la Colonia Las Américas, en la Unión de Voceadores, lugar donde recibe todos los diarios.

Guillermo Solano asegura que es mejor comprar un periódico, ya que la información está completa. Foto: Alejandro Vargas.
Guillermo Solano asegura que es mejor comprar un periódico, ya que la información está completa. Foto: Alejandro Vargas.

“Allí llegan las camionetas con los periódicos. Entre más temprano lleguemos, más rápido salimos, incluso me da la oportunidad de pasar a la casa a desayunar y a las 8:00 de la mañana llegamos aquí, a acomodar todo para poder venderlos”, detalló.

Solano Valdés es originario de la Ciudad de Toluca. Estudió la carrera de contador público, aunque no la terminó. A lo largo de su vida laboral ha formado parte de la Unión de Voceadores en diversos puestos, hasta que decidió continuar con el trabajo que hacían sus padres: vender los diarios.

“Mis papás empezaron a vender desde 1938 en esta esquina de Hidalgo Oriente y Nicolás Bravo Sur. Recuerdo que cuando era niño, llegaba aquí con la mochila, los cuadernos y desayunaba, para luego ir a la escuela. Regresaba en la tarde y aquí nos quedábamos hasta terminar. Aquí pasé muchos momentos”.

Mientras atiende su negocio y plática con EL UNIVERSAL Estado de México, recuerda algunos de los hechos donde más se vendieron los periódicos, como la muerte de John F. Kennedy, la pandemia por Covid-19 y, más recientemente, la toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de México.

Guillermo Solano Valdés decidió continuar con el trabajo que hacían sus padres: vender los diarios. Foto: Alejandro Vargas.
Guillermo Solano Valdés decidió continuar con el trabajo que hacían sus padres: vender los diarios. Foto: Alejandro Vargas.

“Entre los momentos que más recuerdo están la muerte de JFK. También la de Colosio en 1994. En momentos así hasta nos faltan periódicos. De hecho, nosotros hablamos con los de los diarios para que nos mandarán más, pero no quieren. Recuerdo que recientemente, cuando tomó protesta la presidenta, se acabaron los periódicos, y eso que ahora no vendemos como antes. A veces pedimos 12 de una empresa y no se va ninguno. Antes vendíamos más de 100”.

Mientras hace una pausa para dar cambio a una mujer que le pidió un cigarro y un refresco, sostiene que el negocio de los periódicos ya no es igual; de no ser por otros productos, no trabajaría más en ese lugar.

“A veces pedíamos hasta 70 o 120 periódicos de una u otra empresa, pero la gente ya casi no lee los diarios. Ahora prefiere tener un celular, ahí encuentra todo, aunque no están completas las notas. Este negocio lo mantengo por las demás cosas que vendo, como cigarros, dulces, refrescos; si fuera por los periódicos, no salimos con ganancia”.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través del módulo de lectura (Molec) del 2023, señaló que solo el 18.5 por ciento de los mexicanos manifestaron haber leído un periódico en los 12 meses anteriores en su versión impresa o digital.

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Los lectores están en peligro de extinción, aunque quedan algunos cuantos, incluso jóvenes, señala Guillermo Solano Valdés.

“Quizá no haya tantos lectores, yo pensaba que de los que leían sólo eran personas mayores, pero aún quedan algunos, incluso jóvenes. Pero ya no es como antes que leían y tomaban café”.

Mientras toma en sus manos la edición del 11 de octubre de EL UNIVERSAL Estado de México, cuya primera plana y en letras negras señala que “Ecatepec enfrenta mil 459 juicios por laudos laborales”, refiere que incluso la labor periodística se ha modificado.

Confiesa que cuando era adolescente no leía los diarios, sin embargo, con el paso del tiempo adoptó el hábito de la lectura de las noticias, principalmente las de política, ya que ahora le gusta mantenerse informado.

No obstante, destaca que no siempre la información que viene impresa en las páginas es atractiva para los lectores.

“A veces vienen personas y me preguntan si hay noticias de los municipios del Estado de México y se disgustan porque no las encuentran. En los deportes me dicen que siempre hablan del América, Chivas, Pumas o Cruz Azul y pocos hablan del Toluca. O de otros deportes de los municipios. Todos hablan de otros países”.

Su trabajo comienza a las 5:30 de la mañana, en la Colonia Las Américas. Foto: Alejandro Vargas.
Su trabajo comienza a las 5:30 de la mañana, en la Colonia Las Américas. Foto: Alejandro Vargas.

Detalla, que los días que más venta de periódicos hay suelen coincidir con momentos o cuando los piden en las escuelas.

“Otro de los días donde más se venden los periódicos son cuando los piden en las escuelas para alguna manualidad”, menciona.

La gente sigue su andar por los Portales de Toluca que se encuentran tapizados de colores y con múltiples puestos donde se venden calaveras de chocolate, goma para las festividades de día de muertos, de vez en cuando se detienen a leer los titulares de las revistas.

Preguntan por la última edición de un carro de juguete de colección o, bien, piden apoyo al señor Guillermo Solano Valdés, para encontrar una revista o alcanzar una bolsa de frituras.

Metros adelante, casi en la esquina de la Avenida Miguel Hidalgo Oriente y el Portal 20 de noviembre, la señora Graciela Ramírez Ayala, también atiende un kiosko donde se encuentran las ediciones de los diarios del día.

Asiente a la solicitud de una entrevista con EL UNIVERSAL Estado de México. Amablemente pide que no haya fotos o vídeos. No se siente a gusto cuando la fotografían. Desde 2014 se dedica a la venta de periódicos.

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Heredó el negocio de su difunto esposo y sostiene que la pandemia fue el momento más álgido que ha vivido como voceadora.

“La pandemia fue lo más grave que viví aquí y en general. Si bien no cerramos, no ganamos nada, todo estaba cerrado, no hubo ingresos”.

Mientras se recarga en el estante para poder escuchar los cuestionamientos, refiere que ella lee para mantenerse informada y para analizar cómo han cambiado las cosas.

“Al estar aquí en mi negocio, me da tiempo de leer y, con ello, estoy actualizada. Pero una de las cosas que más me gustan es hacer una comparativa, entre lo que vivimos hace años y el ahora”.

Ramírez Ayala se mantiene ante el constante asedio de compradores de refrescos, cacahuates y otros productos. Refiere que los periódicos siguen siendo importantes.

“Los diarios son importantes, porque te brindan cultura, te permiten estar actualizados y conocer qué pasa en otros lados”, concluye.


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