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Toluca, Méx.— Genoveva González González decidió formar parte del equipo de brigadistas contra incendios forestales de Probosque pese a la negativa de su familia y amigos, hoy se siente orgullosa de ignorar los “no se puede” y compartir su historia para motivar a más personas a sumarse sin miedo.
Durante una quema controlada organizada por autoridades estatales, asistió lista con su equipo de seguridad: casco, guantes de carnaza, gafas, tapabocas de material particulado, botas de seguridad, pañoleta y ropa especial para combatir el fuego o prevenirlo.
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Se trata, dijo, de los elementos básicos necesarios para realizar las actividades de los brigadistas como limpiar brechas, hacer líneas negras y el más riesgoso de todos: abatir incendios forestales.
Explicó que en promedio tardan 14 minutos en detectar un incendio y combatirlo puede requerir desde un par de horas hasta varios días, según la magnitud del incidente, además, cuando participan voluntarios que no tienen capacitación tienen que cuidar más las técnicas.
La primera vez que Genoveva se enfrentó a un incendio forestal le cambió el panorama en torno al problema que representan y actualmente enfrenta las llamas con mayor seguridad y pericia.
No te puedes imaginar lo que es hasta que estás ahí, llevo tres meses y la primera vez que me tocó un incendio fue en Santa María del Monte en Zinacantepec, fue una experiencia diferente, estar ahí es muy fuerte
compartió Genoveva.
Por ello, consideró que las medidas de seguridad y la presencia de los brigadistas más experimentados es fundamental para mantener el orden indispensable en esos momentos en el que una mala decisión es suficiente para que todo se salga de control.
Para realizar estos trabajos se requiere equipo especializado como sopladores, antorchas de goteo, palas, hachas, azadones y arena. Reconoció que al inició fue difícil aprender a usarlos, pero con el apoyo de sus compañeros ahora los maneja sin problema.
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Llevo tres meses y al comienzo sí fue difícil, primero aprendí a hacer líneas negras, lo que piensas mientras lo haces es la preocupación de que no se te vaya a pasar, es mucha responsabilidad y sí te puede angustiar
Después de sus primeras prácticas su familia insistió en que este trabajo no era para ella, que debería buscar algo más seguro, pero ella reiteró que, aunque puede ser peligroso, es un trabajo que le gusta, que no importa si eres hombre o mujer para realizarlo.
Deberían involucrarse más las mujeres, con responsabilidad y seguridad todos pueden hacerlo, que más mujeres se incluyan, puede ser complicado, pero te enseñas y aprendes y ya no es tan difícil
finalizó
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