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Toluca, Méx. Luego de dos años de sequía severa en el Estado de México, el ciclo de lluvias del 2024 se comporta con parámetros que especialistas califican como “normales”, no arriba de la media, y sin ninguna tendencia para superar el 2022, que fue histórico en cuanto a precipitaciones.
Emilio Rangel, geógrafo e investigador del Observatorio Meteorológico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) dio a conocer que hasta la primera quincena del mes de agosto el indicador mostraba en la entidad un déficit en cuanto a lluvia de hasta el 25% con parámetros todavía de sequía.
Fue hasta que inició la segunda mitad del mes de agosto cuando hubo un “despegue” notable en las precipitaciones, tan sólo para Toluca se acumuló en ese periodo el 40% de las lluvias que recibe en un mes en términos normales.
Con ello ese mes terminó con un 210% de precipitación, es decir el doble de lo que se estaba registrando para el ciclo.
“Se notó un contraste de precipitaciones primero una sequía y luego está abundancia y en pocos días”, detalló.
Al momento, el acumulado total de lluvia está en un 84% es decir todavía con un déficit menor al 10% por lo que no se está viviendo un ciclo histórico.
Detalla que en 2022 el registro fue de 880 litros de agua por metro cuadrado, el 2023 con 735 litros de agua por metro cuadrado, y este año apenas se está en niveles de 600.
“A la fecha estamos en porcentajes normales dentro de una variación climática normal”.
Con ello las afectaciones que se han tenido en el Estado de México, en materia de contingencias naturales en los municipios del valle, oriente y sur del estado están más relacionadas a la falta de infraestructura hidráulica.
“No sólo es la intensidad de la precipitación si no el sistema hidráulico que tiene muchas deficiencias”, refirió.
Detalla que la contingencia que vivió el viernes pasado el Valle de Toluca da cuenta de estas dos variables: una intensidad climática, pero también la falta de red de drenaje, pues se acumularon en dos horas 45 litros por metro cuadrado (m2) lo que colapsó el sistema.
Esta variación en el clima, tras la modificación de los ciclos tradicionales impide generar un pronóstico cercano de cuál será la tendencia que se mantendrá hasta finales de este año, e incluso hasta finales del otoño, el cual arrancó desde el 1 de septiembre.
Una parte positiva de este temporal de lluvias es que ha reducido los niveles de sequía que se tenían en la zona metropolitana del Valle de Toluca, según datos del monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua.
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