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Por: Alejandro Vargas
Toluca, Méx. A bordo de su patineta, Jesús Hernández Marín llega puntualmente todos los días al centro de Toluca para comenzar su jornada laboral.
“Chuy”, como le dicen quienes lo conocen, ha enfrentado diferentes retos, algunos más complicados que otros. Sin embargo, ha tenido que afrontar todo de manera distinta a los demás.
Originario de Malinalco, al sur del Estado de México, Jesús nació sin piernas, una condición que nunca lo detuvo. Su inmenso corazón y sus ganas de salir adelante siempre fueron más grandes y fuertes.
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Hace tres años, Chuy llegó al capital mexiquense acompañado de su padre, quien lo apoyó en todo momento. Debido a la facilidad y libertad de movimiento, Jesús optó por usar una patineta en lugar de una silla de ruedas, pues considera que la silla es más difícil de manejar.
Es que luego te regalan unas sillas muy grandes y no me acostumbro. Con la patineta me muevo más rápido.”
Creciendo en una familia de ocho hermanos, “Chuy” aprendió que su condición lo hacía diferente, pero nunca lo detuvo, pues su familia lo apoyó siempre y le dio una infancia feliz.
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Tuve una infancia bonita. Al principio había distinciones, ya sabes que la gente se burla, pero es cuestión de acoplarse.”
Hoy, con 23 años, “Chuy” vive en Toluca junto a su pareja, con quien lleva dos años y recibe gran apoyo. Ambos se dedican a vender productos de temporada en el centro de la capital mexiquense.
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