Jocotitlán, Méx. En las últimas dos semanas, los en pastizales se han convertido en un desafío diario para los cuerpos de emergencia en la región norte del Estado de México.

Desde Ixtlahuaca hasta Atlacomulco, a lo largo de la carretera Panamericana, se registran entre 13 y 15 siniestros diarios, según reportes de Protección Civil y Bomberos.

La situación ha provocado una constante movilización de recursos humanos y materiales, generando preocupación tanto por los daños ambientales como por los riesgos para la seguridad vial y la integridad física de las personas.

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La falta de visibilidad provocada por el humo en la carretera ha derivado en al menos tres accidentes vehiculares, que han dejado un saldo de seis personas lesionadas.

Este escenario crítico pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la prevención y concienciación sobre las quemas agrícolas, una práctica tradicional que sigue siendo común entre los campesinos de la región, pese a sus riesgos y las advertencias de las autoridades.

La falta de control sobre las quemas agrícolas ha desatado una emergencia en el norte del Estado de México, donde los incendios forestales se multiplican día a día, poniendo en riesgo a la población, la fauna y los ecosistemas. Foto Michelle Sánchez
La falta de control sobre las quemas agrícolas ha desatado una emergencia en el norte del Estado de México, donde los incendios forestales se multiplican día a día, poniendo en riesgo a la población, la fauna y los ecosistemas. Foto Michelle Sánchez

La principal causa de estos incendios es atribuida a actividades humanas. Agricultores locales continúan utilizando el fuego como método para “limpiar” y fertilizar sus tierras. Esta técnica, transmitida de generación en generación, ha arraigado fuertemente entre los campesinos, quienes creen que las cenizas restantes enriquecen el suelo o bien, limpian la zona para la próxima cosecha.

Sin embargo, las condiciones secas, el viento y la falta de control durante las quemas incrementan el riesgo de que las llamas se extiendan a terrenos adyacentes, afectando cultivos, propiedades e incluso poniendo en peligro vidas humanas.

Estamos hablando de qué el día de ayer jueves fueron nueve incendios que correspondían a Jocotitlán y Atlacomulco. El tránsito se vio afectado y el viento no nos permitía poder controlar el fuego que rápidamente agarró pastizales y dos campos de cultivo”.


Bomberos de la corporación de Jocotitlán

Las consecuencias de estos incendios van más allá de la afectación inmediata a los pastizales. En la zona, varias cosechas de maíz que aún no habían sido levantadas sufrieron daños significativos.

Asimismo, se reportan pérdidas materiales en inmuebles cercanos a las áreas afectadas, dos domicilio particulares y un barda.

Desde un punto de vista ecológico, la quema de pastizales destruye la vegetación nativa, altera los hábitats de la fauna local y contribuye a la emisión de gases contaminantes que agravan el cambio climático.

Las autoridades hacen un llamado urgente a la población para evitar realizar quemas agrícolas. Foto Michelle Sánchez
Las autoridades hacen un llamado urgente a la población para evitar realizar quemas agrícolas. Foto Michelle Sánchez

Los pastizales a orillas de la carretera Panamericana son los más afectados, pero también se han visto impactadas diversas comunidades de los municipios de Ixtlahuaca, Jocotitlán y Atlacomulco.

En estas zonas, los esfuerzos para contener las llamas han requerido la participación de voluntarios, bomberos y personal de Protección Civil, quienes trabajan jornadas extenuantes para evitar que los siniestros se propaguen y afecten áreas urbanas o instalaciones de infraestructura.

Ante la gravedad de la situación, las autoridades han hecho un llamado enérgico a la población para que reporte de inmediato cualquier señal de incendio. Asimismo, reiteran la importancia de evitar la práctica de quemas agrícolas sin las medidas de seguridad adecuadas o sin la autorización correspondiente.

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“La prevención es fundamental para evitar tragedias. No podemos permitir que una práctica antigua y peligrosa continúe poniendo en riesgo la vida de las personas, las cosechas y el medio ambiente. Pedimos a los campesinos y a la ciudadanía en general que actúen con responsabilidad y colaboren denunciando cualquier actividad sospechosa”, expresó un representante de Protección Civil de .

Los cuerpos de emergencia han insistido en que una respuesta oportuna puede marcar la diferencia entre un incendio controlado y un desastre de grandes proporciones. También han recordado que existen alternativas más seguras y sostenibles para manejar los residuos agrícolas sin recurrir al fuego.

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