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San Felipe del Progreso, Méx. La tala clandestina ha alcanzado niveles críticos en este municipio desde 2021, especialmente en las comunidades cercanas a San José del Rincón. Habitantes de al menos cuatro comunidades, como San Antonio de las Huertas, denuncian que la deforestación ha afectado entre el 20% y el 30% de los bosques, poniendo en riesgo el ecosistema y la calidad de vida local.
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A pesar de las denuncias ante autoridades como la Profepa y Conafor, las acciones para frenar la actividad ilegal han sido insuficientes. Las movilizaciones, como la realizada en 2022 frente a la Conafor en Toluca, no han logrado detener el saqueo de recursos naturales. La falta de vigilancia permite que los taladores continúen operando impunemente.
En San Antonio de las Huertas, la presencia de camiones cargados de troncos ha sido documentada en redes sociales, lo que ha generado indignación entre los habitantes.
Los bosques están siendo devastados. Esto no solo afecta nuestra región, sino también el equilibrio ambiental
denunció un residente
La madera es extraída indiscriminadamente para su comercialización, a pesar de que las comunidades han solicitado intervención de las autoridades. La falta de operativos y presencia policial ha facilitado la expansión de estas actividades ilícitas.
La tala no solo conlleva la pérdida de árboles, sino también graves consecuencias ambientales, como la reducción de los mantos acuíferos y la pérdida de biodiversidad.
Hay menos agua, el clima ha cambiado y la fauna está desapareciendo
Miembro de la comunidad
Los residentes han solicitado la intervención de las autoridades, pero las respuestas han sido insuficientes. Frente a esta crisis, las comunidades piden una acción integral que incluya vigilancia constante, sanciones ejemplares y programas de reforestación.
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