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Texcaltitlán, Méx. Un minuto de aplausos para cuatro de los vecinos de Texcapilla que murieron al enfrentar a una célula de extorsión de la Familia Michoacana, así fue como los habitantes de dicha demarcación sureña iniciaron la conmemoración de este primer aniversario de aquellos hechos, que los hicieron trascender en México, pues de acuerdo con los propios habitantes, “antes nadie sabía de su existencia”.
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Este domingo se reunieron hasta 600 personas en el campo de futbol donde hace un año quedaron los cuerpos sin vida y calcinados de los presuntos integrantes del grupo delictivo, entre ellos Rigoberto de la Sancha Santillán, alias El Payaso, jefe de plaza de la célula mencionada.
María, esposa de Noe Olivares dijo que “viven con el miedo de que regresen esas personas y quieran hacer algo en su contra”.
Durante la ceremonia en la que colocaron una placa en nombre de Noé Olivares, Jorge Rojas, Emigdio Esquivel y Rodolfo Rojas, los vecinos lucen apesadumbrados y es que la mayoría señala que el amago del grupo criminal nunca se fue, pese a la presencia de las fuerzas armadas, la Guardia Nacional, la policía estatal y otras corporaciones federales. La realidad - insisten- es que el pánico sigue siendo uno más en su pueblo.
Uno de los Familiares de Emigdio Esquivel Escobar, señaló que es una forma de honrar la memoria de quienes dieron su vida a cambio de salvar a su pueblo, que vivía sometido a los cobros de los jefes de plaza.
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