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Toluca, Méx. - “El agua es vida y regenera todo” es la voz de uno de los asistentes al Parque Alameda 2000 del municipio de Toluca que mira con beneplácito la recuperación de la laguna artificial.
Hasta junio pasado la sequía que había azotado al país derivó en que la mayoría de estos vasos reguladores estuvieran prácticamente secos, hoy se ven beneficiados por las lluvias que no han dejado de caer.
Ubicado en la delegación de San Buenaventura en el municipio de Toluca, el sitio no sólo muestra mayor vegetación, también se pueden observar estadía de parvadas de pájaros y patos.
Al respecto la maestra en biología de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Michelle García, destaca la importancia de que estos humedales puedan recuperarse por la temporada de lluvias, más allá del beneficio estético estos depósitos de agua, refiere, "facilitan la generación de sistemas de contención que ayudan a la regulación de la temperatura".
Ya sea como ollas de captación de agua pluvial, o lagunas de oxidación, indica ayudan a consolidar ecosistemas de flora y fauna silvestres principalmente al interior de espacios urbanos afectados por la contaminación y disminución de las áreas verdes.
Ayudan a generar un equilibrio ecológico con la producción artificial de servicios, ecosistemas en el desarrollo de un habitad para distintas especies particularmente aves migratorias además de generar otros usos como el abastecimiento de agua potable y el riego
Michelle García
Destaca que desde la creación de estos cuerpos de agua artificial también es posible la contención en los procesos urbanos de crecimiento de las zonas metropolitanas.
Apenas en septiembre pasado el Ayuntamiento de Toluca, llevó a cabo la limpieza y rehabilitación de los humedales del Parque Alameda 2000, esto con el objetivo de preservar este importante pulmón verde del sur de la ciudad.
Los trabajos consistieron en el retiro de maleza y residuos sólidos del área de descarga, que permitiera la propagación natural de la vegetación y la fauna en los tres cuerpos de agua del parque, así como la reforestación de 75 árboles de fresno y sauce.
Estas acciones se llevaron a cabo luego de denuncias de vecinos en torno al deterioro y la aparición de procesos que no estaban permitiendo la depuración natural del agua, así como la supuesta aparición de grandes cantidades de materia orgánica.
Hasta la primavera de este 2024 se habían denunciado malos olores por la contaminación de las lagunas, estos acompañados de un ambiente putrefacto además de la aparición constante de mosquitos y moscas en el agua.
Se descartó en su momento que existiera alguna descarga de aguas residuales o pluviales proveniente del Centro Cultural Mexiquense y Conservatorio de Música como lo mencionaron denuncias en redes sociales, y es que todo el humedal cuenta con fosas sépticas y descarga al drenaje.
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