Toluca, Méx. Cada lunes, el Mercado Ganadero del Puente de San Bernabé en Almoloya de Juárez, abre sus puertas a más de mil 500 comerciantes de ropa, zapatos, comida, pieles, ganado, automóviles y decenas de productos más son comercializados, pero también se observan caimanes, aves exóticas, tortugas de mar y otro tipo de animales exóticos.

Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil como Patita Amiga A.C. denunciaron las condiciones en las que se venden estos animales y la falta de medidas contundentes para erradicar el maltrato, ahora, también el tráfico de animales exóticos.

“Si, ya lo habíamos notado. Nosotros como organismo civil hicimos denuncias en su tiempo, se rescataron caballos y burros, por ejemplo. Pero ya estas especies exóticas, es una exageración. Hay o hubo operativos, pero nadie pone atención ahí sobre esos temas” señaló Guadalupe Mercado, activista y defensora de animales de Patita Amiga A.C.

Animales exóticos en mercado del puente de san Bernabé
Animales exóticos en mercado del puente de san Bernabé


A unos metros de la carretera Toluca-Atlacomulco, las especies exóticas se ponen a la venta en jaulas y peceras. En los pasillos del mercado, se puede ver a decenas de cachorros de diferentes razas, gatos, y aves de producción o consumo humano. Pero también, iguanas, aves como cuervos que se venden entre los 3 mil y 4 mil 500 pesos, loros y sorprendentemente, cocodrilos y caimanes de diferentes edades.

En un recorrido realizado por el EL UNIVERSAL ESTADO DE MÉXICO, se pudo confirmar la presencia de estos reptiles. Un ejemplar de caimán de corta edad cuesta alrededor de 900 pesos, con documentación legal, tiene un costo adicional de 200 o 300 pesos más. Hay otros reptiles de edad más avanzada y de poco menos de un metro de largo, que con el ocioso sellado con cinta, cuestan alrededor de 3 mil 500 pesos.

A la fecha, autoridades de Almoloya de Juárez, que son quienes regulan esta actividad no cuentan con denuncias formales por el tráfico de estas especies. La activista Guadalupe Mercado, refiere que se trata de una especie de “tierra de nadie” donde se ha minimizado la existencia y venta de estos animales.

“Es un tema que considero tiene dos aristas, la primera la parte de las autoridades y el permitir ese tipo de venta (corrupción, tráfico, maltrato, etc). Segunda, pues la falta de conciencia por parte de las personas que consumen es una situación que no se puede controlar su las autoridades no hacen algo al respecto. Como sociedad debemos generar consciencia con nuestras redes sociales o inmediatas sobre el maltrato animal” dijo.

Puerta del mercado de San Bernabé
Puerta del mercado de San Bernabé

Las sanciones por la venta ilegal de cocodrilos en el Estado de México, como en todo México, están establecidas en la Ley General de Vida Silvestre y el Código Penal Federal. Estas sanciones aplican tanto para la venta de animales protegidos como para su captura, posesión o comercio sin permisos legales.

En el Estado de México, la venta de cocodrilos está regulada por leyes federales y estatales de protección a la fauna silvestre. En México, los cocodrilos son considerados especies protegidas, y su comercialización está controlada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) bajo la Ley General de Vida Silvestre.

Sin permisos y controles, la venta de cocodrilos es ilegal y podría generar sanciones severas, que incluyen multas o penas de cárcel.

Numeralia: Multas:

Multas económicas: Según la Ley General de Vida Silvestre, las multas por la comercialización ilegal de fauna silvestre pueden ir de 50 a 50,000 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA). En 2024, el valor de la UMA es de $103.74 MXN diarios, por lo que las multas pueden variar entre:

-5,187 MXN a $5,187,000 MXN (aproximadamente). Prisión:

Penas de cárcel: Según el Código Penal Federal (Artículo 420), la venta o tráfico de especies protegidas como los cocodrilos puede castigarse con:

- 1 a 9 años de prisión.

- Además, si la venta afecta especies consideradas en peligro de extinción, la pena podría aumentar hasta en un 50%, llegando a ser de 4.5 a 13.5 años de prisión.

Factores agravantes:

• Si las acciones generan un impacto grave en la biodiversidad o afectan áreas naturales protegidas, las sanciones pueden aumentar considerablemente.

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